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VISITAR EL CASTILLO MÁS GRANDE DEL MUNDO

Cruzando el río Moldava por el Puente Carlos, en el lado opuesto del barrio viejo, se levanta elcastillo de Praga (hrad.cz/en) que, por sus dimensiones, figura en el Libro Guinness. Pero, más allá, el que fue residencia de los Reyes de Bohemia (en los últimos tiempos de los presidentes de la República Checa) es el símbolo de la ciudad, un conjunto palaciego de gran valor histórico y artístico que se remonta al siglo IX y del que también forma parte la catedral de San Vito.

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PRAGA TAMBIÉN TIENE SUS BARRIOS «COOL»

Más allá de los históricos Hradcany, Malá Strana, Storé Mesto, Josefov y Nové Mesto, la Praga más cool se mueve por otros barrios. Son los de Holešovice, Vinohrady y Karlín, los más efervescentes de la capital checa, con antiguas fábricas transformadas en espacios culturales o sedes de empresas tecnológicas, galerías de arte y encantadores cafés. Todo un laboratorio de tendencias y centro de la modernidad.

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EN TRANVÍA POR EL CASCO HISTÓRICO

Para disfrutar de una visión de otro tiempo del casco histórico de Praga, la experiencia más divertida es subirse en Vozovna Střešovice en el histórico tranvía 41 –un vagón de principios del siglo XX– y contemplar la belleza de sus edificios barrocos y modernistas desde las ventanillas de este medio de transporte, en el que viajaba el propio Kafka (disfrutapraga.com/tranvias).

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LA CIUDAD, ¿EN BARCO O A VISTA DE PÁJARO?

Praga se disfruta a pie, pero hay muchas otras formas de conocer su belleza irrepetible desde nuevas perspectivas y todas inolvidables, ya sea navegando en un barco por las aguas del río Moldava (civitatis.com/es/praga/crucero-praga) o tomando altura y subiendo a sus torres ¡tiene más de 120 en el centro!, lo que obliga a a estar constantemente levantando la vista: la de entrada al Puente Carlos, la del templo de San Nicolás, la del Ayuntamiento. No nos extraña que su apodo sea la ciudad «de las Cien Torres».

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APUNTARTE A UNA RUTA TEMÁTICA

Aparte de sus lugares más clásicos, Praga tiene muchas otras caras más desconocidas y las podemos ir descubriendo a través de recorridos temáticos. ¿Eres amante del cine? Entonces no puedes perderte el museo Karel Zeman (muzeumkarlazemana.cz), un lugar para entender la importancia que este arte tiene en la sociedad checa. ¿O prefieres descubrir las cervecerías más antiguas de la ciudad? (ufleku.cz). Hay tours dedicados a ello, pero también otros centrados en la música, las leyendas de la ciudad, el arte... Para todos los gustos. Las organizan Civitatis (civitatis.com) o toursgratis.com

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CONOCER SU PASADO JUDÍO

Josefov, así se conoce al antiguo barrio judío de Praga, situado junto a la Ciudad Vieja y el río Moldava. El recorrido por él pasa por sus ¡6 sinagogas! y su antiguo cementerio –uno de los más interesantes de Europa, donde descansan célebres personajes checos, como Kafka–, que descubren buena parte de la historia de esta comunidad, cuya presencia se remonta al siglo X y se mantuvo hasta el siglo XIX.

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ENTRAR EN EL CASTILLO DE KARLSTEJN

A 32 kilómetros de Praga, esta imponente fortaleza construida en un espectacular emplazamiento por el emperador Carlos IV acoge, en su capilla de Santa Cruz, decorada con piedras semipreciosas y pinturas de enorme valor, las joyas de la coronación checas. Además del recorrido por las estancias privadas del emperador o la capilla de San Wenceslao, otra visita de interés en la localidad de Karlštejn es el Museo de Belenes.

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RESPIRAR EL AROMA DE LAS ROSAS EN KONOPISTE

Un corto trayecto de unos 40 minutos lleva hasta este palacio en la Bohemia central que fue la antigua residencia del archiduque Francisco Fernando de Austria. Es interesante por el Museo de San Jorge –con una importante colección de obras de arte– y su gran parque, con bosques, un jardín de rosas, pavos reales, un singular vía crucis, lagunas e invernaderos con plantas tropicales.

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PASEAR POR EL CASCO HISTÓRICO DE KUTNÁ HORA

La ciudad de plata. Así es conocida Kutná Hora, a un poco más de una hora de la capital checa. Además de la antigua mina, que proveía de mineral a la Corte italiana, hay que descubrir su centro histórico, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. También guarda otras joyas monumentales, como la iglesia de Santa Bárbara, la catedral y el Osario de Sedlec (en la imagen), con una abrumadora decoración.

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DESCUBRIR LA CERVEZA EN PILSEN

Una hora en tren se tarda en llegar a Pilsen, la ciudad que debe su fama a la cerveza, cuyo nombre ha servido para bautizar las rubias tipo pilsner que se elaboran hoy en todo el mundo. Además de una experiencia cervecera en la fábrica Pilsner Urquell (pilsnerurquell.com), es un lugar lleno de reclamos culturales, entre ellos los interiores funcionalistas de Adolf Loos o las representaciones de ballet o de ópera en el Teatro Tyl.

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