El mejor mercadillo de Navidad de la República Checa no está en Praga: auténtico y sin multitudes


Prepárate para vivir un cuento navideño. Esta ruta por la Bohemia del Sur te va a descubrir ciudades de ensueño que te harán vivir la Navidad con toda su magia, pero también sin las aglomeraciones de visitantes que llenan la hermosa Praga. ¡Síguenos!


Mercadillo navideño. Ceske Budejovice
18 de diciembre de 2025 - 7:30 CET

A poco más de dos horas de Praga, al sur de la capital checa, se esconden dos ciudades que parecen sacadas de una postal navideña y que están llenas de sorpresas. Puedes organizar una escapada de un día para hacer por tu cuenta, en tren o por carretera, o alargarlo a un par de días. El viaje por la región de la Bohemia del Sur te descubrirá paisajes de bosques y estanques que se ha convertido en el 'mar de Chequia'. En Navidad, las calles y plazas se decoran y aquí vas a encontrar algunos de los mercadillos más auténticos, con ambiente local, buena comida, vino caliente, svarak, y pistas de patinaje para poner a prueba tu equilibrio.

Del castillo a la calle de la Navidad en Cheský Krumlov 

Nuestro primer destino es Cesky Krumlov. Quédate con su nombre porque seguro que va a entrar en tu lista de preferidos. Esta ciudad medieval está 'abrazada' por el río Moldava y presidida por su imponente castillo, el segundo más grande de Chequia tras el de Praga: incluye 40 edificios y casas palaciegas con cinco patios. La visita a los espacios exteriores es libre y gratuita pero el interior, incluido el teatro barroco que es una joya única, solo está abierto de mayo a octubre.

Lo que debes hacer, ahora, es subir a la Torre del Castillo,  decorada con frescos renacentistas y coronada por su tejado multicolor que se divisa desde todas partes. ¡Te quedarás boquiabierto con las vistas! La entrada (unos 12 €) incluye también la visita al museo. Una escalera de caracol, con más de 160 escalones, te lleva hasta lo más alto de esta torre que es el mejor mirador de la ciudad. 

Torre del Castillo
Torre del Castillo
Vistas de Cesky Krumlov desde la Torre del Castillo
Vistas de Cesky Krumlov desde la Torre del Castillo

El castillo y el casco histórico han sido declarados Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1992 y no le faltan motivos porque se mantiene intacto, como parado en el tiempo. En la entrada al castillo, lo primero que llamará tu atención es la gente que se agolpa para mirar al foso. Allí se encuentran los famosos osos que la familia Rosenberg acogió en su castillo, una tradición que ha llegado hasta nuestros días. La rosa de cinco pétalos era el símbolo de la familia y la encontrarás en muchas fachadas, rejas, en las luces de Navidad que decoran las calles y hasta en las tapas de las alcantarillas. 

Después de admirar la panorámica desde la torre y otros miradores del castillo, como el Puente del Manto, es el momento de descubrir el casco histórico de Cesky Krumlov (todo peatonal), para perderte por sus calles y curiosear en las tiendas que ofrecen algunos productos checos como la moldavita. Se trata de una piedra de color verde intenso, formada tras el impacto de un meteorito hace millones de años. Es exclusiva de esta región y ha estado rodeada de leyendas y creencias protectoras durante siglos. Hoy es uno de los recuerdos más especiales que se pueden llevar de la Bohemia del Sur.

Sopa Kulajda
Sopa Kulajda
Restaurante Svejk
Restaurante Svejk

Reserva mesa es uno de los mejores restaurantes de la ciudad: Svejk, dedicado al famoso 'buen soldado', un personaje literario y un héroe querido en toda Chequia. Decoración rústica, con robustas mesas de madera, diferentes salones y una carta amplia en la que aparecen sopas como la famosa Kulajda, que tienes que probar, con patatas, crema agria, setas y eneldo (puede llevar un huevo pochado), el goulash, las costillas al horno, codillo o un schnitze (filete empanado) con su ensaladilla de patata (que no rusa). Y todo acompañado de una cerveza, la Pilsner o la local Eggenberg, bien servida.

Mercadillo de Cesky Krumlov
Mercadillo de Cesky Krumlov
Mercadillo navideño en la plaza de la Concordia
Mercadillo navideño en la plaza de la Concordia

El mercadillo navideño de Cesky Krumlov es pequeño pero tiene un encanto especial. Se instala en la plaza de la Concordia, el corazón de la ciudad rodeada de bonitos edificios góticos con fachadas de colores y la columna de la Peste coronada con una figura de la Virgen María. El aroma del vino caliente y especiado te invita a hacer una pausa y a buscar un souvenir navideño entre sus puestos. En una de las esquinas, al lado del ayuntamiento (de fachada blanca), aparece la 'calle de la Navidad', decorada con primor con la ayuda de los vecinos.

¿El mejor mercadillo navideño de Chequia?

Plaza y Ayuntamiento de Ceské Budejovice
Plaza y Ayuntamiento de Ceské Budejovice

Probablemente, cuando lo conozcas, estés de acuerdo con nosotros. En nuestra visita a la Bohemia del Sur hicimos escala, también, en Ceské Budejovice, la capital. El rey checo Prremysl Otakar II la fundó en 1265 y la plaza principal, que lleva su nombre, es una de las más grandes de Europa y el lugar donde se instala uno de los mercadillos más auténticos y animados de toda Chequia.

Pista de patinaje
Pista de patinaje

El centro de la plaza lo ocupa una pista de hielo por la que se deslizan de manera magistral los patinadores locales y funciona de día y de noche. Cálzate los patines y lánzate (6€ una hora). Es muy divertido. La pista esconde durante estos días una de las leyendas de la ciudad: la piedra errante. Aparece marcada con una cruz, cerca de la fuente de Sansón, y cuenta la leyenda que quien la pise se perderá y vagará por las calles de la ciudad hasta el día siguiente. Son muchos los que achacan esta historia a los efectos de la cerveza.

Puesto de salchichas y jamón asados
Puesto de salchichas y jamón asados
Mercadillo de Ceské Budejovice
Mercadillo de Ceské Budejovice

Durante el Adviento, todo el mundo se reúne en el mercadillo que cuenta con decenas de puestos de madera donde se venden productos de toda Chequia y también de fuera, y hay comida y bebida para todos los gustos. No faltan los famosos trdelnik, los cilindros de azúcar y canela que se asan a las brasas; salchichas y jamón también asados a la parrilla; muchos quesos, embutidos ahumados, galletas de jengibre, guisos tradicionales, como el codillo o el goulash... y el famoso vino caliente, svarak, o el ponche, con opciones sin alcohol.

En el centro de plaza hay una torre para contemplar todo el mercadillo, puedes subirte a la noria y hacer compras de artesanía en la zona pegada al Ayuntamiento, donde se alza el gran árbol de Navidad. La música acompaña a los visitantes, y no solo la de los villancicos. Este mercadillo cuenta con un gran escenario al que se suben coros navideños pero también artistas checos muy reconocidos con una programación de lujo durante todo el Adviento.

Un paseo por la cuna de la cerveza Budweis

Por el día, Ceské Budejovice invita a pasear por su calles y conocer lugares interesantes y llenos de historia. No nos alejamos de la plaza de Otakkar II porque allí, y reservando con antelación, puedes hacer una visita al Ayuntamiento, conocer sus elegantes salas de juntas decoradas con frescos y subir a la azotea coronada con las estatuas de las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Fortaleza, Templanza y Justicia. 

Las estatuas del Ayuntamiento de Ceské Budejovice
Las estatuas del Ayuntamiento de Ceské Budejovice

Al otro lado de la plaza verás la Torre Negra. Tiene 72 metros de altura y 225 escalones... pero la subida merece la pena, ya que tendrás una vista de toda la ciudad y sus alrededores. La torre tenía la misión de vigilar e informar de los incendios y de los enemigos que se acercaban y el vigilante vivía allí con toda la familia hasta que este puesto desapareció en 1950.

El Museo de Bohemia del Sur también resulta interesante y la entrada es gratuita. El casco antiguo de Ceské Budejovice conserva calles muy bellas, como las que conducen a la plaza de los Escolapios que atravesamos de camino al restaurante Klika, junto al canal del río Malsé. Debe su nombre al Monasterio del Sacrificio de la Virgen y en uno de los muros laterales de la iglesia (entre el presbiterio y el crucero) esconde otra leyenda. Hay que buscar, casi en el tejado, a la rana esculpida: se cuenta que cuando llegue al techo, la iglesia se destruirá y llegará el fin del mundo. Enfrente verás un gran edificio de fachada blanca y pequeñas ventanas. Es un antiguo almacén de sal, el Solnice, convertido ahora en restaurante con una agradable terraza en la placita.

Canal del río Malsé en Ceské Budejovice
Canal del río Malsé en Ceské Budejovice

Pero no puedes marcharte de Ceské Budejovice sin conocer a su gran protagonista: estás en la cuna de la cerveza Budweiser Budvar y, cómo no, tiene su propia fábrica-museo en el casco histórico, junto al río Moldava. La visita dura algo más de una hora (hay tours en español) y recorrerás todo el proceso de elaboración de la cerveza con cata final de pivo, que es como se dice cerveza en checo.

Cervecería Masné krámy
Cervecería Masné krámy
Queso frito con salsas
Queso frito con salsas

Para aclarar dudas, debes saber que el nombre original de la cerveza era Budweis, como se llamaba la ciudad de Ceské Budejovice en alemán, el idioma que se hablaba hasta principios del siglo XX. Los conflictos llegaron cuando unos alemanes montaron una cervecera en Misuri, EE UU, y utilizaron el nombre de Budweiser y se convirtió, de repente, en todo un símbolo americano. Después de un siglo de pleitos en países de todo el mundo por la utilización de la marca Budweiser, la firma checa ha debido renunciar y por eso su cerveza se conoce como Budvar.

Probarla recién tirada es casi una obligación, especialmente en Masné krámy, antigua carnicería medieval reconvertida en restaurante. Una jarra de Budvar, sopa de ajo muy caliente, goulash, queso frito, embutidos y platos de carne contundentes forman el tándem perfecto para disfrutar de la gastronomía local. 

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