La ciudad europea con los mercadillos navideños con más encanto: cómo no perderte ninguno y disfrutar de la mejor comida callejera


Las luces, el gran árbol de Navidad, los puestos con adornos, la música, el vino caliente, las galletas de jengibre… Todo invita a disfrutar de la magia del adviento en una de las capitales más bonitas y monumentales de Europa que este año sorprende, además, con novedades navideñas que no querrás perderte. ¿Quieres conocer al farolero del puente de Carlos?


Mercadillo Plaza Vieja de Praga © Libor Svacek
13 de diciembre de 2025 - 7:30 CET

Los mercadillos llenan de vida las plazas y avenidas, y el aroma a canela y salchichas asadas, el sonido de los villancicos (busca Vánoce Na Míru, es el hit navideño) y los tranvías decorados con luces harán que te sumerjas en un mundo de magia y fantasía. Praga es siempre un gran destino, pero la Navidad la embellece aún más y resulta imposible no enamorarse de ella. 

Aunque parezca una obviedad, abrígate bien y lleva calzado apropiado para pisar nieve (pueden caer copos) y patear la ciudad adoquinada. Hemos recorrido la capital checa para descubrir las pistas navideñas que no puedes perderte en tu visita y disfrutar, como nunca, de la bella Praga. ¡Síguenos! 

EL GRAN ÁRBOL DE LA PLAZA VIEJA DE PRAGA

El árbol gigante que decora la plaza de la Ciudad Vieja de Praga…, ¡es natural! Cada año se elige un gran abeto de diferentes regiones y se coloca en la plaza decorado con luces. Se enciende y apaga diariamente mientras suena la música en directo, incluyendo fragmentos de la sinfonía Moldava, un clásico checo. Este año ha llegado del pueblo de Jiřetín pod Jedlovou, en la región de Decín (Bohemia del Norte) y mide más de 20 m de altura.

Plaza Vieja Praga© Libor Svacek
Plaza Vieja Praga

Puedes subirte al mirador que han instalado en mitad de la plaza Vieja, entre los puestos, y obtener así unas vistas y unas fotos fabulosas. Pero, sin duda, la mejor panorámica la consigues desde lo alto de la torre del Antiguo Ayuntamiento (cuenta con un moderno ascensor y puedes reservar la entrada con antelación), donde se encuentra el reloj astronómico, todo un símbolo de la capital checa que cada hora en punto ofrece el espectáculo del Paseo de los doce Apóstoles que inclinan la cabeza ante la multitud que se agolpa para contemplarlo.

Las torres que se divisan detrás del árbol pertenecen a la iglesia de Nta. Sra. de Týn que se encuentra escondida entre los edificios de la plaza. Si te fijas, verás que no son simétricas. Una teoría lo atribuye a que representan a Adán y Eva, pero puede tratarse solo de una excusa para justificar un pequeño error de cálculo 

Torre del Reloj de Praga© Milan Bachan
Torre del Reloj de Praga

"Muchos instagramers han descubierto otro lugar perfecto para captar la imagen de la torre, el reloj y la plaza con su mercadillo: desde la terraza de la azotea del hotel U Prince, pero beberás hacer una consumición mínima para entrar", nos cuenta nuestra guía (en español), Jitka Jirátová, quien conoce como pocas toda la historia, leyendas y curiosidades de Praga pero también las novedades a las que hay que estar atentos.

Plaza Vieja de Praga© Petr Huser
Plaza Vieja de Praga

VUELVE EL FAROLERO DEL PUENTE DE CARLOS

Farolero de Praga
Farolero de Praga
Puente de Praga
Puente de Praga

Esta Navidad regresa a Praga una de las tradiciones más auténticas: el farolero enciende, cada día, los faroles de gas del Puente de Carlos, como lo hacía en el siglo XIX. Este ritual dejó de realizarse durante años y ahora, y solo en la época de adviento, desde finales de noviembre hasta el 24 de diciembre, puedes contemplarlo a la caída del sol, sobre las 16.15 h. 

Farolero del Puente de Carlos
Farolero del Puente de Carlos

El farolero va encendiendo, uno a uno, los faroles que alumbran este puente peatonal de más de 500 metros sobre el río Moldava, que comunica la Ciudad Vieja (Staré Mesto) con la Ciudad  Pequeña (Malá Strana) y el Castillo de Praga. Está decorado con 30 estatuas barrocas y, como si fuera una procesión, los turistas acompañan al farolero en su recorrido y se hacen fotos a su lado. Nuestra recomendación: colócate en mitad del puente para verle ir y volver.

EN EL TRANVÍA 22, HASTA EL MERCADILLO DE LA PAZ

Cuando termines de ver al farolero, toma el tranvía 22 (la Praga Visitor Pass incluye trayectos ilimitados en los transportes públicos y visitas turísticas) en el puente Mánes, el siguiente al de Carlos. Te llevará hasta un mercadillo muy auténtico y menos concurrido que los de la Ciudad Vieja o el de Wenceslao. Con un poco de suerte, podrás subirte a uno de los tranvías decorados de Navidad, con luces dentro y fuera. 

Plaza de la Paz, Praga
Plaza de la Paz, Praga
Mercadillo Pza. de la Paz, Praga
Mercadillo Pza. de la Paz, Praga

Tienes que bajarte en la plaza de la Paz (Námestí Míru). Cruza y enseguida verás este mercado navideño muy popular al que acuden los locales, montado a los pies de la iglesia de Santa Ludmila que ofrece dulces checos y adornos tradicionales. Muchos puestos solo cobran en efectivo, no aceptan tarjeta, así es que cambia algunas coronas para hacer estas compras (1 euro = 24 coronas checas). Es el lugar perfecto para probar el típico vino caliente y especiado, svarak.

COMPRAS Y PISTA DEL HIELO EN SAN WENCESLAO

Si estás buscando la Plaza de San Wenceslao (en checo Václavské Námestí) pensando encontrar una típica plaza de la ciudad no la encontrarás: a pesar del nombre, es una avenida de 700 metros de largo y muy ancha, que te lleva directamente al monumental Museo Nacional, frente al que se alza triunfante la estatua ecuestre de San Wenceslao. 

Esa zona ahora se encuentra en obras, pero el mercadillo navideño se extiende a lo largo de esta gran avenida, en la Ciudad Nueva, llena de tiendas, hoteles, restaurantes, bancos... Lo encontrarás lleno de animados puestos de comida y cuenta, además, con una pista de hielo. 

Pista de San Wenceslao, Praga
Pista de San Wenceslao

Si te apetece hacer un descanso, salir del ambiente navideño y lanzarte al shopping, continúa por la calle Prikope, donde se alinean las tiendas de las firmas más conocidas en todo el mundo (hablamos de Inditex, Mango, H&M...), hasta llegar a la torre de la Pólvora. Atraviesa el arco de la torre y llegarás a un centro comercial, Slovanský Dum (en la calle Na Prikope, 22), que esconde un agradable jardín navideño decorado con mariposas iluminadas, "la entrada es libre, detalla Jitka, y podrás hacer fotos lejos de la multitud y tomar algo en los iglús transparentes y calentitos que se reparten por el jardín interior". 

Centro comercial Slovanský Dum en Praga, con un hermoso jardín navideño donde tomar algo en iglús iluminados con lucecitas
Iglús navideños en el centro comercial Slovanský Dum.

De vuelta hacia la torre de la Pólvora, continúa hasta la plaza de la República, y delante del centro comercial Palladium, encontrarás un mercadillo navideño muy gastronómico, con guisos caseros de carne, salchichas, verduras y setas, y precios muy populares que abre hasta Nochebuena. Además del svarak, o vino caliente, aquí puedes probar el klobasa, la sidra checa.

OTROS MERCADILLOS: DEL CASTILLO AL MÁS ANTIGUO DE PRAGA

Otro de los mercados más bonitos de la ciudad es el que colocan en el castillo, justo en la parte trasera de la Catedral de San Vito. Es pequeño pero se encuentra rodeado de edificios majestuosos como el antiguo Palacio Real o la Basílica de San Jorge. Todo ello hace que este mercado tenga un encanto especial. Bajo el puente de Carlos encontrarás un puñado de puestos de cocina tradicional y bebidas, vino especiado, ponche y cerveza.

Castillo de Praga
Castillo de Praga

También tienes que conocer el mercado de Havel, que destaca sobre el resto por ser el más antiguo de la ciudad (data de 1232) y también de los más veteranos de Europa. Se encuentra en el casco antiguo y abre durante todo el año con sus puestos de verduras, dulces, flores, embutidos... pero en Navidad vas a encontrar casetas con regalos artesanos y decorado hasta el 6 de enero.

Una de las pistas de patinaje preferida de los praguenses está bajo la 'rara' torre de televisión de Praga, decorada con los bebés gigantes del escultor checo David Cerny. En otros puntos de la ciudad encontrarás pistas de hielo que abren todo el invierno, y es que los checos son expertos patinadores y campeones mundiales de hockey hielo.

PISTAS PARA COMER Y BEBER (MUY BIEN) EN LOS MERCADILLOS

Trdelnik, dulce checo
Trdelnik, dulce checo

TRDELNIK, EL ROLLO MÁS DULCE

Si te preguntas de dónde viene el aroma a canela que envuelve el ambiente en todos los mercadillos, procede de los omnipresentes trdelnik, uno de los grandes hits que verás por todas partes traducidos como 'pastel chimenea'. Se trata de unos rollos dulces (se preparan en toda centro Europa), en forma de cilindro, y se hacen en unos minutos ante nuestros ojos. 

La masa se enrolla en los rodillos de madera que se colocan sobre las brasas y van dando vueltas. Cuando están dorados, se espolvorean con azúcar y canela y están listos para comer, crujientes por fuera y tiernos por dentro. Los puedes probar solos o rellenos de nata, chocolate, caramelo... Una delicia que ha ganado tantos seguidores que ya puedes probarla en tiendas y restaurantes durante todo el año, fuera de los mercadillos navideños.

SALCHICHAS Y JAMÓN DE PRAGA

Salchichas mercadillo Praga
Salchichas mercadillo Praga
Mercadillo Praga
Mercadillo Praga

Las salchichas (klobásy) es lo que más se vende en los mercadillos, de diferentes tipos y sabores, que se cocinan en la parrilla y se venden solas o metidas en un bollo de pan, como un perrito caliente, el párek y rohlíku.  En los mismos puestos suelen preparar el jamón de Praga, una pata de cerdo también asada a la brasa que se vende al peso en un plato acompañado de salsas y condimentos como pepinillos y otros encurtidos.

PATATAS FRITAS Y LANGOS

Patatas fritas, Praga
Patatas fritas, Praga
Langos, Praga
Langos, Praga

Los puestos de patatas fritas abundan. Pide un cucurucho de chisps recién fritas o prueba la bramborové spirál: es como un pinchito de patata cortada en espiral y frita. Otro bocado que verás por todas partes (y debes probar) es el langos, una especie de pizza o pan húngaro que se fríe (no se hornea) y se sirve untado con ajo, crema agria y queso rallado, además de otros ingredientes y también los preparan con sabores dulces.

GALLETAS Y PAN DE JENGIBRE

Galletas de jengibre, Praga
Galletas de jengibre, Praga

En el apartado de dulces, la oferta en los mercadillos es realmente inmensa. Muchos dulces se compran para regalar, como los que se elaboran con jengibre, en forma de pan, galletitas con mil formas y las famosas casitas de jengibre. En Praga hay una tienda abierta todo el año y dedicada al pan de jengibre, Gingerbread Museum (en la calle Nerudova, 9), cerca del puente de Carlos. El aroma te atrae y al entrar en ella seguro que se te dibuja una sonrisa al ver las preciosas figuras comestibles. 

VINO CALIENTE, SVARAK, PONCHE Y VINO DE MIEL

Vino caliente, Chequia
Vino caliente, Chequia
Vino caliente
Vino caliente

Para entrar en calor rápidamente, nada mejor que tomarse un svarak. Locales y turistas brindan con esta bebida especiada y dulce con canela, clavo y cítricos, que suele elaborarse con vino tinto de Moldavia. Puedes probar el ponche (punsch), un vino con ron, especias y algún tipo de licor (como el de cereza), miel y que a menudo se mezcla con Becherovka, un licor de hierbas checo, de Karlovy Vary, conocido por su sabor ligeramente amargo. El vino de miel (hidromiel) es una bebida antigua a base de fermentación de miel que también se sirve en caliente. Todas estas bebidas tienen su versión sin alcohol, calientes e igual de reconfortante.

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