La localidad elegida este año por parte de la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España, para dar celebrar la asamblea en la que se da a conocer los nuevos pueblos que pasan a formar parte de la misma, brilla por sí sola. Hablamos de Santillana del Mar, la preciosa villa cántabra que el sábado 29 de noviembre da la bienvenida a los nuevos miembros de la red.
Para ello, se han evaluado minuciosamente las candidaturas recibidas a lo largo del año (y no son pocas). Francisco Mestre, presidente de la Asociación, ha valorado durante la asamblea: “De todas las candidaturas presentadas este año, solo cuatro municipios han superado con éxito el exigente proceso de auditoría. Esto demuestra que en nuestra red prima la calidad por encima de la cantidad, porque cada incorporación debe cumplir plenamente con los valores y el nivel que nos representan”.
Son menos que en años anteriores, ya que en la edición de 2025 se incorporaron 7 localidades, o 5 en la edición de 2024, algo que demuestra que no es fácil y está alto el nivel. Sin duda, algo que hace aún más atractiva la escapada para conocerlos. Estar entre los más bonitos de España, es motivo más que suficiente.
© Berna - stock.adobe.comALPUENTE, EN VALENCIA
Para los amantes de los pueblos medievales, Alpuente, el primer pueblo de la provincia de Valencia en pertenecer a la red, conserva un valioso legado histórico medieval que os encantará conocer. Situado en un paisaje de montaña típico del interior de la provincia, ofrece una combinación perfecta entre patrimonio, naturaleza e identidad rural.
Hay que empezar con una visita a las ruinas de su castillo andalusí, con la torre de la Veleta, la parte mejor conservada. Y recorrer su casco urbano de trazado medieval y custodiado por murallas que invitan a perderse sin prisas. También cuenta con un acueducto medieval con trece arcadas, huellas de dinosaurios halladas en su término –aquí está el yacimiento icnológico de Corcolilla y el de Cañada París– y hasta un museo paleontológico y un aula de recuperación paleontológica.
En Alpuente cada rincón cuenta una historia, especialmente sus casas de piedra que hablan de tradición y que han sabido preservar su esencia.
© Arousa - stock.adobe.comOSEIRA, EN OURENSE
La localidad de Oseira es especialmente conocida por el Monasterio de Santa María, una impresionante abadía cisterciense conocida como ‘El Escorial gallego’. Un conjunto monástico, de entre los siglos XII al XVI, que impresiona por su tamaño, su sobriedad arquitectónica y su historia. La visita guiada permite recorrer claustros, salas monásticas y espacios donde aún hoy se respira silencio y vida comunitaria, convirtiéndola en una experiencia ideal para amantes de la historia y la arquitectura.
Más allá de su excepcional patrimonio, la villa que lo rodea se integra con naturalidad en un entorno de montaña tranquilo y hermoso, con varios miradores naturales desde los que contemplar el paisaje verde y montañoso típico del interior gallego.
Los alrededores de Oseira ofrecen además rutas muy agradables para quienes disfrutan de caminar entre bosques de castaños, arroyos y antiguos caminos rurales. Es un buen punto de partida para conocer la comarca de O Carballiño, famosa por su gastronomía, en especial el pulpo á feira y los vinos de la zona.
© Jose Hernaiz - stock.adobe.comSANTA GADEA DEL CID, BURGOS
Esta villa burgalesa, en el extremo oriental de la provincia y de origen medieval, posee sobrados motivos para pasar a formar parte de los pueblos más bonitos de España.
Conserva un casco urbano de estructura medieval, se conserva la iglesia-fortaleza de Santa María, del siglo XIV, dominando el caserío y recordando el carácter estratégico que tuvo esta localidad durante siglos. Las casas blasonadas, los restos del antiguo recinto defensivo y el ambiente tranquilo se disfrutan en un paseo a pie para luego dar paso a su entorno natural.
Santa Gadea del Cid es un buen punto de partida para conocer otros lugares del valle del Ebro burgalés e incluso acercarse a Álava, que está a pocos minutos.
© VicVaz - stock.adobe.comVILANOVA DOS INFANTES, EN OURENSE
Vilanova dos Infantes es una de las aldeas históricas más singulares de Ourense. Situada muy cerca de Celanova, su silueta está marcada por la Torre da Homenaxe, único vestigio medieval que domina la villa desde hace siglos.
El pequeño casco histórico es muy fácil de recorrer a pie: calles de piedra, casas tradicionales y un ambiente sereno que invita al paseo. También merece la pena acercarse al santuario de A Virxe do Cristal, muy ligado a la tradición local y conocido por sus curiosas piezas religiosas en miniatura.
Los alrededores permiten completar la visita con rutas cortas por el paisaje típico del interior ourensano: colinas suaves, bosques y antiguos caminos rurales. La proximidad a Celanova facilita combinar ambas paradas en una misma escapada, aprovechando para descubrir su imponente monasterio y tomar algo en sus terrazas. Además, la zona es ideal para disfrutar de la gastronomía local, con productos como la carne ao caldeiro, el pan artesanal y los vinos de la comarca.
