Culín, espicha, espalme, palu, restallu..., todos estos términos pasarán a nuestro vocabulario después de un viaje temático por la región. Las marcas en el suelo nos indican el camino a seguir. Son inconfundibles: una manzana roja sobre un círculo blanco. La ruta que marcan nos guía por Villaviciosa, uno de los pueblos que forman parte de la llamada Comarca de la Sidra y de un club de producto, Sidraturismo Asturias (sidraturismoasturias.es), en el que todo gira alrededor de esta bebida. Dicen los entendidos que la sidra da ganas de hablar, de compartir y pone de buen humor.
Uno de los primeros hitos en el itinerario es la Casa de los Hevia, un edificio del siglo XV conocido por haber sido el lugar donde se alojó Carlos V cuando llegó a la península para hacerse cargo de los reinos de Castilla y Aragón. El barco donde viajaba el monarca debía arribar a Santander, pero una tormenta lo arrastró y acabó recalando en Tazones, junto a la desembocadura de la ría de Villaviciosa.
La villa le dio acogida en la casa de Rodrigo de Hevia, jefe del coro de la catedral de Oviedo, el mismo edificio que hoy alberga la oficina de turismo y una pequeña exposición que reproduce la estancia en la que se alojó el que sería emperador.
Otros palacios, la iglesia románica de Santa María de la Oliva y las esculturas de La Manzanera (de Mariano Benlliure) o la Exaltación de la Manzana (de Eduardo Úrculo) forman parte también del itinerario. Estos dos últimos monumentos relacionados con una de las empresas locales más conocidas: Sidra El Gaitero.
Las instalaciones de la marca están junto a la ría, porque desde sus inicios fue una empresa que exportaba su sidra. Pequeños barcos llevaban la carga a Tazones y desde allí otros de mayor capacidad la conducían a Gijón para ser enviada a todo el mundo.
La creación de la empresa está relacionada con los indianos, los asturianos que emigraron al continente americano buscando un mejor porvenir. Por y para ellos se inventó la que llamaron "sidra champagne", sidra natural a la que añadían carbónico y azúcar para poder exportarla al otro lado del Atlántico con garantías de que no se estropeara.
Esa historia se cuenta en su museo, donde vemos manuscritos, impresos, maquinaria, fotografías, originales publicitarios o muestras de productos con los que descubrir no solo la historia de la marca, también la de un país. La visita pasa por el llagar, por la bodega histórica y por las instalaciones modernas donde hoy se elabora la sidra.
Gijón es otro de los puntos clave del turismo sidrero. Sus calles están repletas de sidrerías y por todo el municipio se multiplican los llagares. Es una de las localidades que más eventos celebra relacionados con esta temática: la Fiesta de la Sidra Natural, el Primer Sidre l’Añu, el Salón Internacional de Sidres de Gala, la Asturias Cider Summit o Gijón de Sidra, la fiesta gastronómica que se celebra estos días, hasta el 19 de octubre, donde las cazuelinas y la sidra son las protagonistas.
Uno de los llagares que no hay que perderse en la ciudad es Sidra Trabanco, con su sidrería, sus enormes toneles de madera y un fantástico relato para conocer los orígenes de la sidra. Y en Deva, Sidra Piñera, que propone empezar los recorridos en la pumarada de la finca, algo que en primavera, cuando los manzanos están en flor, y en otoño, cuando han crecido las manzanas, es especialmente impactante.
Y otro lugar por el que hay que pasar en Gijón es el Jardín Botánico Atlántico, un sorprendente espacio natural de 25 hectáreas que acoge un jardín de variedades de manzanos.
Por toda la Comarca de la Sidra hay otros llagares que también están abiertos a las visitas, como Sidra Cortina, en Villaviciosa, donde además de ver el proceso de elaboración de la sidra natural podemos aprender, por ejemplo, curiosidades relacionadas con las botellas, que antes eran de diferentes colores y no verdes, como ahora; Sidra Fran, en Lugones, con su bar de sabor añejo; o Sidra Quelo, en Tiñana, con unas visitas muy didácticas en las que se puede probar la sidra de los depósitos antes de embotellar.
Algunas de las fincas de Sidraturismo ofrecen, en temporada, una experiencia para degustar diferentes tipos de manzanas después de cogerlas directamente de los árboles. En Asturias hay más de 500 variedades, pero solo 76 están dentro de la DOP Sidra de Asturias.
En un viaje temático como este tampoco puede faltar el Museo de la Sidra de Nava, que profundiza en centenares de aspectos relacionados con cultura sidrera (y asturiana): la naturaleza, la evolución de las máquinas para elaborar la sidra, el ambiente de los chigres (bares tradicionales donde mientras se consumía se cantaba, algo que acabó prohibiéndose pero que ahora se quiere recuperar), las romerías, la música o los juegos tradicionales. También aprenderemos aquí el curioso universo del vocabulario sidrero o la técnica del escanciado, eso de echar la sidra de la botella al vaso desde cierta altura para que despierte el gas carbónico y los compuestos volátiles que potencian su sabor y aroma. Algunos llagares elaboran también una sidra especial que hay que probar: la sidra de hielo.
El menú de sidrería incluye chorizo a la sidra, tortilla de bacalao, fabada o cachopo, arroz con leche casero y sidra natural recién escanciada
DÓNDE COMER
Numerosos premios gastronómicos y sidreros reúne La Montera Picona (lamonterapicona.es) de Gijón, donde probar una cocina tradicional asturiana, pero con un toque moderno. Pote, merluza a la sidra, cachopo (con premio nacional), arroz con leche..., cocina típica y parrilla de calidad en La Manzana (lamanzanasidreria.es), en pleno Bulevar de la Sidra de Oviedo. Prida es el nombre de una sidrería popular de Nava, donde la mejor sidra se une a los productos locales amparados bajo marcas de calidad de la región (@sidreriaprida).
DÓNDE DORMIR
La Casona de Quintes (lacasonadequintes.com) es una construcción típica asturiana convertida en hotel de seis habitaciones. En el desayuno no falta la mermelada casera de manzana. La sencillez refinada definen a la Hostería de Torazo (hosteriadetorazo.com), cuatro estrellas con spa ubicado en un bonito pueblo del concejo de Cabranes. Elegante por los cuatro costados El Môderne Hotel (elmodernehotel.com), un alojamiento boutique en Gijón ubicado en un edificio art decó de los años 30. Y a tiempos pasados traslada también la decoración de estilo novecentista de Quinta Duro (hotelquintaduro.com), que ocupa una antigua casa de campo de Cabueñes.