Asturias ya tiene nuevo Pueblo Ejemplar. Tras dos décadas optando al prestigioso premio, Valdesoto (Siero) ha visto reconocido su esfuerzo y la Fundación Princesa de Asturias lo ha reconocido con este prestigioso premio que pone en valor “su compromiso y esfuerzo colectivo por mantener vivas y potenciar tradiciones ancestrales que transmiten de generación en generación”.
Y es que Valdesoto suma a su rica tradición agrícola y ganadera, las representaciones de los Sidros y les Comedies y el desfile de les Carroces, que “reflejan fielmente su espíritu de unión y asociacionismo, que trasciende el ámbito local, para ser ejemplo del legado de una sociedad civil organizada”, como ha valorado el jurado.
Valdesoto, que toma el testigo de Sotres, en el concejo de Cabrales, que recibió la misma distinción en 2024, entra así a formar parte de la lista de galardonados con un premio que se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación. Con una naturaleza y carácter diferentes a los Premios Princesa de Asturias, está destinado a galardonar al pueblo, «aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, en iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes».
El premio, que está dotado con 40.000 euros, será entregado de manos de Leonor, princesa de Asturias, acompañada de los Reyes Felipe y Letizia y la infanta Sofía, durante la jornada posterior a la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que se celebran en Oviedo en la segunda quincena de octubre.
UN PUEBLO QUE HA CONSERVADO SU PATRIMONIO
Poco más de 20 kilómetros separan Oviedo, la capital del Asturias, de Valdesoto. Una parroquia perteneciente al concejo de Siero y situada como un cruce de caminos que acaba de recibir orgullosa el galardón.
Pese a su cercanía a la capital, tanto el concejo como la parroquia de Valdesoto conservan el encanto de la Asturias más rural. Apenas mil ochocientos vecinos dedicados al campo, la minería, la industria o los servicios, repartidos en catorce núcleos de población y unidos en una treintena de asociaciones que fomentan la cultura, la tradición, el folclore, el medio ambiente y la gastronomía de su tierra.
Durante años, los vecinos se han empeñado (y han conseguido) en recuperar las tradiciones –como la foguera de San Xuan– además de preservar su patrimonio artístico y cultural. Lo han hecho rehabilitando fuentes, caminos, casonas, capillas, hórreos…
Entre las construcciones mejor conservadas está el palacio del Marqués de Canillejas –también llamado de los Carreño– construido en el siglo XVIII en líneas austeras y sencillas (la ornamentación es de fecha posterior a su construcción), articulado en torno a un patio central de forma cuadrada y rodeado por un muro. Los jardines históricos –con una extensión aproximada de 70.000 metros cuadrados– fueron diseñados a finales del siglo XIX por un paisajista francés (de nombre desconocido) y de ellos se dice que están influidos nada menos que por los jardines de Versalles, por sus elegantes formas geométricas, la galería de estatuas, escalinatas, columnas en piedra, parterres, cenadores o el mirador. Sin duda, estos jardines se encuentran entre los mejores exponentes de jardinería francesa en Asturias y son un lugar perfecto para dar un tranquilo paseo. Hoy en día, el palacio del Marqués de Canillejas ha sido rehabilitado (palaciodevaldesoto.com) aprovechando su belleza y valor patrimonial y en él se celebran bodas y todo tipo de eventos.
No es el único palacio en la localidad, también destaca el palacio de los Camino –conocido igualmente como palacio de los Covián o Casa de las Justicias–, una construcción de planta rectangular rodeada por un imponente muro de piedra que alberga una capilla barroca con un hermoso retablo tallado en madera. También conserva otros elementos de gran valor, como una panera de roble, un antiguo molino manual, un llagar subterráneo y hornos tradicionales.
La capilla de San Juan Evangelista, la casona de Leceñes, la capilla de los Santos Reyes, la capilla de San Agustín de Castiello o el palacio del Valle son también ejemplos de ese patrimonio que se ha sabido conservar en la localidad.
Hórreos y paneras
Posiblemente, la construcción más singular y original en el concejo de Siero sean los hórreos, un granero-almacén de madera que suele ser de planta cuadrada y levantado del suelo por varios pilares y que se utilizaba para guardar y secar maíz o como despensa de distintos tipos de alimentos. Hay ciento dos hórreos y cincuenta y tres paneras que se conservan en muy buen estado aquí y forman un conjunto patrimonial de gran importancia.
Lluques Díaz, vecino de la localidad, ha finalizado recientemente la recuperación y restauración de un hórreo histórico de 1760 que perteneció al Marqués de Santa Cruz, un sueño hecho realidad y un proceso laborioso que le ha llevado más de año y medio y que hoy forma parte de ese patrimonio recuperado del que los vecinos se sienten orgullosos.
FIESTAS Y TRADICIONES: DE LES CARROCES A LOS SIDROS Y COMEDIES
No es solo arquitectura y patrimonio lo que se cuidan en esta localidad que trata sus fiestas y tradiciones como un bien más a preservar.
Las fiestas de San Félix han recuperado el desfile de les carroces, que se celebra hace más de medio siglo, el lunes después del segundo domingo de agosto, día grande de las fiestas. El desfile, en el que participan los vecinos que han elaborado sus propias carrozas, supone una exaltación de los usos y costumbres rurales de la Asturias tradicional y fue declarado en 2002 Fiesta de Interés Turístico Regional. Los integrantes de las carrozas interpretan una escena en cada parada del desfile, siempre relacionada con la temática de la carroza. Durante las fiestas tampoco hay que perderse la gastronomía tradicional y el reconocido mercado de artesanía en madera que organiza anualmente desde 1998 y congrega a artesanos de toda Asturias.
Otra tradición conservada son los Sidros (sidrosycomedies.es), mascaradas de invierno que anuncian la llegada de les comedies, que fueron declarados Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial por el Principado en 2019. Jóvenes vestidos con pieles de oveja y cencerros preceden a los actores y, tras la representación, recogen el dinero y organizan concursos de saltos. Les comedies se representaban los domingos, al salir de misa, en el campo de la iglesia o delante de los chigres. El autor de comedies más renombrado, José Noval Martínez (1856-1937), era natural de Castiello (Valdesoto).
RUTAS EN LA NATURALEZA
Rodeada de bosques de robles, castaños, pinos y eucaliptos y atravesada por arroyos, en Valdesoto se disfruta tanto de su patrimonio como de la naturaleza que lo rodea y que invita al paseo. La Senda de Valdesoto es un sendero homologado (pequeño recorrido) que parte de la iglesia parroquial de San Félix con dos recorridos circulares, bien señalizados y de dificultad baja que permiten conocer su entorno natural y a la vez patrimonial, especialmente el que discurre por el tramo Este que enlaza algunos de sus monumentos más emblemáticos, mientras que el que discurre por el Oeste lo hace por arboledas y caminos rurales con vistas a la sierra.