Ir al contenido principalIr al cierre de página
Es Tendencia

POR LA COSTA AZUL

El pueblo medieval de Francia que se asoma al Mediterráneo y que conquistó a Walt Disney y a estrellas de Hollywood


La Riviera Francesa tiene en esta localidad de callejuelas empedradas, talleres de arte y jardines exóticos unas vistas infinitas y el dulce olor de su tradición perfumista. Un rincón apartado y glamuroso considerado uno de los pueblos más bellos de los Alpes marítimos.


Èze, un pueblo de la Costa Azul, entre los más bonitos del Mediterráneo y de los Alpes marítimos© Kirk Fisher - stock.adobe.com
Por: Mari Carmen Duarte
22 de agosto de 2025 - 15:52 CEST

A pesar de su ubicación entre la vibrante y bohemia Niza y la exclusiva y glamurosa Mónaco, este pueblo mediterráneo francés tiene suficientes atractivos como para destacar entre ambas ciudades, y sus tres caras no solo lo demuestran, sino que aportan la variedad de ambientes y encantos perfecta para considerarla un destino per se. A pie de costa, las villas al estilo Belle Époque acompañan el camino del litoral que discurre hasta Mónaco por la Costa Azul. 

Èze, un pueblo de la Costa Azul, entre los más bonitos del Mediterráneo y de los Alpes marítimos© Alamy Stock Photo

Desde la Moyenne Corniche, el pueblecito rocoso concentra todo el Medievo en estrechas, empinadas y preciosas calles que se convierten en improvisados miradores. Finalmente, en la Grande Corniche, desde lo más alto, el Parque Natural de La Revère brinda un retiro natural más allá del Mediterráneo repleto de senderos que descubrir.

Un auténtico nido de águila

Un laberinto de fachadas de piedra surcadas por enredaderas se encarama a una colina sobre las aguas. Se trata de Éze, un idilio mediterráneo que, aunque pequeño, no deja de sorprender por su arquitectura medieval bien conservada, elevada entre cuestas y bajadas que regalan pequeñas galerías de arte, restaurantes encajonados y muchos rincones desde donde se adivinan la diversidad de tonos azules que rodean los botes, inmóviles bajo el hechizo del enclave.

Èze, un pueblo de la Costa Azul, entre los más bonitos del Mediterráneo y de los Alpes marítimos© Alamy Stock Photo

Es tal la belleza de esta localidad que muchas personalidades famosas han conducido sus pasos por ella, como por ejemplo, Walt Disney, algo que no impresiona al ver que podría ser la localización perfecta para cualquier película adorable. A través de la doble puerta fortificada del siglo XIV, el pueblo de la Provenza no tarda en enamorar a cualquiera. El camino principal conduce bajo bóvedas de piedra hasta el centro, donde las tiendas de artesanía y de recuerdos rodean uno de los edificios más antiguos, la Capilla de los Penitentes Blancos, del siglo XIV.

También se alza orgullosa entre las calles del pueblo la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de fachada en estilo neoclásico e interior barroco, erigida en el siglo XVIII en sustitución del anterior templo religioso. El cuadrante azul de su campanario y su majestuoso reloj destacan sobre su fachada ocre y sus pilastras corintias, que hacen pensar en el gran esfuerzo que debió de ser salvar los más de 400 metros que la separan de la costa para traer sus materiales de construcción.

Èze, un pueblo de la Riviera francesa, entre los más bonitos del Mediterráneo y de los Alpes marítimos© Alamy Stock Photo

No muy lejos, las casitas bajas desembocan en el Jardín Exótico, un paraíso natural que cuelga sobre la costa y se alza en el terreno donde antaño hubo un castillo medieval. Especies de diversos ambientes y esculturas de Jean-Philippe Richard son el marco perfecto para disfrutar de uno de los balcones más bonitos de la Costa Azul, desde donde la vista puede alcanzar, en los días claros, la isla de Córcega.

Más allá de la iglesia, en la zona que se aleja de las vistas al mar, edificios más modernos muestran la evolución natural del pueblo. Aquí es donde se alza la Parfumerie - Laboratoire Fragonard, que permite visitar sus instalaciones, que cumplen un siglo, y ver los secretos de la fabricación de sus productos, hechos a mano y con técnicas de destilación en alambique, maceración y demás. Todo un ejemplo de un oficio que en Èze se remonta al siglo XVI gracias al microclima de la región y a su variedad de plantas y flores aromáticas.

Parfumerie - Laboratoire Fragonard, en Éze. Francia© Parfumerie - Laboratoire Fragonard

El placer de un verano en el mar 

Que sea conocido como uno de los pueblos más bellos de los Alpes marítimos no es una exageración. Èze parte de su zona medieval hacia la costa a través del Chemin de Nietzsche, bautizado así por el amor que el filósofo sentía por la localidad y por la playa que se extiende a sus pies, que visitó durante años. Sus dos kilómetros hasta llegar a la playa también esconden sorpresas, como una cascada escondida tras un desvío en el camino. El arenal, bordeado por un bosque de pinos y con una manta de cantos rodados, está bañado por las calmadas aguas que dominan el paisaje con todos sus grados de azul.

Èze, un pueblo de la Riviera francesa, entre los más bonitos del Mediterráneo y de los Alpes marítimos© Art Media Factory - stock.adobe.com

Aquí no hay mucho más que una estación de tren y un par de restaurantes, pero no siempre fue así. Èze-Bord-de-Mer renació a finales del siglo XX como lugar de veraneo tras traspasar fronteras. Su fama se debía a la acogida de un grupo de refugiados rusos que huían de la revolución de 1917. El Cap Estel, que cierra la zona al este, aún conserva la que fue residencia de un príncipe ruso. Así fue como el pintor Sakarof o la princesa Antonieta,  hermana del príncipe Rainiero de Mónaco, llegaron a veranear aquí.

Èze, un pueblo de la Riviera francesa, entre los más bonitos del Mediterráneo y de los Alpes marítimos© Alamy Stock Photo

También otras personalidades han escogido la costa de Èze para pasar desapercibidas. De este a oeste (donde se ubica la Cala de St. Laurent), se suceden espaciadas villas que revelan una tranquila zona residencial entre vegetación mediterránea, donde llegaron a alojarse famosos como la escritora Georges Sand e incluso Tina Turner. Actualmente, existe un edificio de cuatro plantas y de fachada rosada que pertenece a Bono, cantante de U2. La Villa Les Rose es una mezcla de Art Decó y arquitectura provenzal con más de 20 habitaciones donde se han hospedado personalidades como Brad Pitt, Angelina Jolie, Robert de Niro, Penélope Cruz y George Clooney, entre muchos otros.

Hotel Chateau De La Chevre D Or, en Éze, Costa Azul, Francia© Alamy Stock Photo

Un parque natural para coronar

Desde el Monte Vinaigrier hasta el Monte Bataille, el Parque Natural de la Revère, compuesto de mesetas rodeadas de grandes acantilados, aquí conocidos como ‘baous', es el lugar perfecto para desconectar, conectado al pueblo medieval por un camino de apenas dos horas. Coronado por una pequeña torre genovesa reconstruida y que ofrece unas vistas panorámicas únicas de la Costa Azul, este territorio protegido cuenta también con antiguos fuertes, construidos a finales de 1870 para proteger la ciudad. 

Èze, un pueblo de la Riviera francesa, entre los más bonitos del Mediterráneo y de los Alpes marítimos© Alamy Stock Photo

Los amantes de la naturaleza disfrutarán también de la Maison de la Nature, un edificio que alberga exposiciones sobre la flora y la fauna de la región y de la que parte una ruta de senderismo, el Sentier de Nature, que descubre algunas plantas mediterráneas y formaciones curiosas de la piedra calcárea característica de la zona. Otra ruta, esta de 1,4 km, permite admirar, en el Monte Bastide, las ruinas de asentamientos celtas y ligures del siglo I a.C y hasta un oppidum romano.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.