Es uno de los mercados al aire libre más emblemáticos de España y también uno de los más antiguos. Tiene sus orígenes en el siglo XVII, cuando toda la zona de Madrid en la que se sitúa cada domingo (la Plaza de Cascorro y Ribera de Curtidores son las áreas principales) estaba asociada a la industria del curtido de pieles. Aunque en sus inicios El Rastro era un espacio en el que se comercializaban artículos usados y baratijas, frecuentados por vendedores ambulantes y pequeños comerciantes, con el paso de los años se transformó en un lugar de encuentro para las clases populares.
Fundado en el siglo XVII como mercado de pieles, hoy es un paraíso de antigüedades, arte y tapas
Ya en el siglo XX, este mercado empezó a ganar popularidad no solo entre los madrileños, también entre turistas, coleccionistas y curiosos. Por sus calles han paseado personajes tan célebres como Salvador Dalí, Federico García Lorca o Ernest Hemingway, quienes quedaron fascinados por el bullicio y las rarezas que se podían encontrar en sus puestos; Luis Martín-Santos y Arturo Pérez-Reverte reflejaron su ambiente en sus novelas; y Edgar Neville o Pedro Almodóvar localizaron escenas de algunas de sus películas en el entorno del Rastro.
El Rastro cuenta con más de 1.000 puestos situados en calles y plazas.
En esta misma época, El Rastro empezó a especializarse en antigüedades, libros raros, discos de vinilo y otros objetos de coleccionismo, como monedas, dejando también espacio para la ropa o la artesanía. En la actualidad, cuenta con más de 1.000 puestos que se congregan alrededor de sus calles y plazas y en los que tradición y modernidad se dan la mano. Además, se ha convertido en un punto de encuentro gastronómico y son cientos las personas que cada domingo disfrutan del aperitivo en esta zona tras haber visitado (o no) los comercios. Y es que El Rastro es mucho más que un mercadillo al aire libre, es toda una experiencia cultural.
LAS TIENDAS IMPRESCINDIBLES
Los espacios dedicados a las antigüedades, el arte y la decoración se han convertido en puntos de referencia de este mercado madrileño. Aunque la calle Ribera de Curtidores es la arteria central de El Rastro, te recomendamos que explores San Cayetano, conocida como la calle de los pintores, o la plaza General Vara del Rey y sus alrededores, donde podrás encontrar antigüedades. Y si no sabes por dónde empezar, toma nota de estos comercios: en La Brocanterie (C. Carnero, 18) encontrarás muebles y enseres de otras épocas; las mejores cerámicas made in Spain están en Morueco Cerámicas (C. Moratín, 42); si buscas muebles europeos originales de los años 50 y 60 La Recova (Ribera de Curtidores, 10) es tu sitio; en Eturel Madrid (C. de la Rueda, 8) encontrarás decoración para el hogar diseñada en Madrid; las reliquias artesanales se dan cita en Es Cantó (Ribera de Curtidores, 29); y en From Bea (Ribera de Curtidores, 12, local 2) los textiles más especiales para el hogar.
DE TAPAS
Después de recorrer sus calles, una parada para disfrutar de una buena tapa redondea el plan. Te recomendamos: El Campillo, la nueva taberna de Manu Urbano (Pza. del Campillo del Mundo Nuevo, 8). Bar Cruz, es La Casa de las Navajas (Plza. de Cascorro, 9).Prueba la ensaladilla de la Taberna Errante (C. Mira el Río Baja, 21). En Casa Amadeo no puedes perderte los caracoles (Plza. de Cascorro, 18). Bar Santurce, un bar de barrio con sus famosas sardinas (Plza. General Vara del Rey, 14). En La Embajada de Embajadores, prueba las albóndigas y el vermut (C. Embajadores, 66). El Brote (C. de la Ruda, 14) es el mejor sitio de Madrid para comer setas. Y si quieres alargar el plan hasta la tarde, visita Malacatín y disfruta de su cocido madrileño (C. de la Ruda, 5).