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Floración de manzanos en Asturias© Shutterstock

ASTURIAS

Descubre lagares y pomaradas en Asturias donde nace la sidra asturiana

Gijón y Villaviciosa son los epicentros de la cultura sidrera, pero el que quiere saber más, dónde nace y cómo se hace la mejor bebida del mundo, empieza su recorrido en Coaña, en el occidente de Asturias, y lo acaba en Cabrales, al otru 'llau'.


8 de mayo de 2025 - 8:05 CEST

A finales de abril o principios de mayo, las pomaradas –los manzanares– empiezan a llenarse de flores, punteando de blanco y rosa los campos del Principado, siempre tan verdes, que se agradece un poco de variedad. Donde esté una pomarada florida, que se quiten la sakura de Japón y los cuadros de Van Gogh. La floración de los manzanos no solo es bonita. Es apetecible. Hace que, al verla, la boca se nos haga agua. Digo sidra.

El paraíso florido de la sidra está en Coaña y su san Pedro, su portero, es José Antonio Lebredo, que nos invita a entrar y pasear por una finca de cuatro hectáreas dedicada al cultivo de manzanas de las variedades apropiadas y a la cría de cerdos asturceltas (agroturismolebredo.com). Hay 1400 manzanos, una plantación de castaños micorrizados para la producción de setas y castañas, otra de aguacates y un pequeño cultivo de shiitake sobre troncos de castaño y roble. En el paraíso celestial están mano sobre mano o tocando el arpa, pero en el de la sidra no paran.

Floración del manzano, comarca de la Sidra, Asturias© Irina Naoumova / Alamy Stock Photo

FESTÍN EN UN LUGAR DE OVIEDO

En la capital asturiana hay más de medio centenar de sidrerías, aunque un solo lagar: Llagar Herminio (sidreriallagarherminio.es). Está en Colloto, barrio de tradición sidrera en el que Herminio empezó a elaborar en 1943 y ahora sus hijos y sus nietos siguen prensando manzanas procedentes de tres pomaradas de Villaviciosa y llenando depósitos que rozan el millón de litros de capacidad. Hay visitas guiadas con degustación de sidra espichada directamente del tonel y otras que, además, incluyen un festín asturiano: pastel de cabracho, chipirones, bacalao al llagar, pitu de caleya, cabritu con patatines… ¡Qué ricu!

Palacio de Meres, Colloto, Asturias© @palaciodemeres

LOS MANZANOS DEL PALACIO DE MERES

A 4,8 kilómetros de Colloto, a una parada de Cercanías, está el Palacio de Meres (palaciodemeres.com), “el más universal y gráfico del mundo”, según José Luis Garci, que ha rodado aquí cuatro películas. Antes de visitar esta casa con más de cinco siglos de recuerdos, por la que han pasado 17 generaciones de la misma familia, se recorren las pumaradas que la rodean, amparadas por la DOP Sidra de Asturias. Pocos manzanos habrá en el mundo más nobles que estos, con tanta historia alrededor. Entre ellos pasan también los peregrinos que enlazan el Camino de la Costa y el Primitivo.

Escanciando sidras en el lagar Menéndez, Gijón, Asturias

TRES LAGARES DE GIJÓN…

Tres lagares del concejo de Gijón atraen a los amantes de la sidra como la Tierra a la manzana de Newton o como las manzanas a los que quieren perder tripa. El primero es Llagar Bernueces (llagarbernueces.com), que lleva funcionando bien, en manos de la misma familia, desde 1881 y a tope desde hace 18 años, cuando abrió su restaurante de platos tradicionales: fabada, tortos, fritos de bacalao, tacos de lomo a la sidra, cordero a la estaca… El segundo, Sidra Menéndez (sidramenendez.com), que está en Fano, rodeado de preciosas pomaradas: ocho hectáreas de variedades acogidas a la DOP Sidra de Asturias y certificadas como cultivo ecológico. Y el tercero, Trabanco (sidratrabanco.com), en la parroquia de Lavandera, donde se visitan la casa familiar y las prensas en las que Emilio Trabanco empezó a mayar en 1925, las pomaradas y el túnel que se construyó hace un siglo para que pasaran los trenes cargados de carbón –nunca lo hicieron– y que hoy atesora más de un millón de litros de sidra y un museo. 

Sidra El Gaitero, Villaviciosa, Asturias
Visita a Sidra Castañón, Asturias© @sidracastanon

… Y OTROS TRES DE VILLAVICIOSA

La capital de la sidra asturiana, Villaviciosa, es famosa en el mundo entero por El Gaitero (sidraelgaitero.com). En su colección permanente, instalada en el antiguo edificio de dirección y administración, de 1890, se explica por qué le añadieron burbujas a la sidra: para llevar a los muchos asturianos de América el sabor de la tierrina, sin que se echase a perder por el camino. En Sidra Cortina (sidracortina.com) hacen una de hielo que no deja frío a nadie. En realidad, no se toma helada ni con hielo, sino a cuatro grados. Lo de llamarle sidra de hielo es porque en Canadá, donde la inventaron, recogen las manzanas congeladas. En Asturias, como no hace tanto biruji, congelan el mosto y les sale igual. En Castañón (sidracastanon.com) hacen de todo: sidra natural, de manzanas DOP –premiada como la mejor de Asturias en 2024–, frizzante, de hielo, vermut de sidra… Hacen visitas guiadas con degustación, otras en que se "espicha un culín y se toma un pinchín” de quesos y embutidos asturianos y otras que combinan yoga y vermut de sidra. Si nos gusta mezclar y probar, las últimas serán las nuestras.  

Caballo en el Mirador del Sueve, Asturias© Alamy Stock Photo

UN CULÍN CON VISTAS AL SUEVE

“Si buena sidra quieres beber, Sidra Crespo (sidracrespo.es) tiene que ser”. Las rimas no son el fuerte de este lagar del Oriente de Asturias. Su fuerte es la tradición, porque aquí hacen sidra desde 1945: solo hay que ver los toneles, el chigre y la web, elemental a más no poder. Otro fuerte es el paisaje que se descubre detrás del lagar: una alfombra de verdes prados y floridas pumaradas que se extiende hasta la sierra del Sueve, las montañas donde campan los últimos asturcones. Y otro, que la visita es gratis.

Pueblo de Asiego, Asturias© Guillermo Avello / Alamy Stock Photo
Quesos, Cabrales, Asturias© @queseria_asiegu_eco

UNA ESPICHA POR TODO LO ALTO, EN CABRALES

En Asiegu, una de las aldeas más bellas y auténticas del concejo de Cabrales, con vistas al Naranjo de Bulnes, se desarrolla la Ruta’l Quesu y la Sidra (rutalquesuylasidra.com), un recorrido guiado de más de tres horas durante el que, entre otras muchas cosas, se accede a la cueva de los Sotámbanos para ver y comprender cómo madura el celebérrimo queso azul, se visita una pumarada de cultivo ecológico y el lagar donde se elabora con estas manzanas la sidra Pamirandi y se acaba con una espicha –comida típica asturiana– en la Sidrería Casa Niembro. Quesos de Cabrales, Caxigón, Afuega’l Pitu, dulce de manzana, tortos de maíz, chorizos a la sidra, boronu, fabada, carne del país y arroz con leche son las viandas de esta comidina regada con la susodicha sidra. 

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