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Calatañazor, Soria© Alamy Stock Photo,DAVID HERRAEZ / Alamy Stock Photo

SORIA

El pueblo medieval más bonito de Soria que parece atrapado en la Edad Media

Pasea por esta preciosa villa famosa por la leyenda de Almanzor y por haber sido set de rodaje de la película ‘Campanadas a medianoche’


6 de mayo de 2025 - 7:45 CEST

Hay que agradecer al repicar de las campanas su capacidad para devolvernos a la realidad mientras se pasea por Calatañazor. De no ser por su estruendo, la fantasía se desbordaría de tal manera que hasta podrían contemplarse caballeros de pesadas armaduras cortejando a bellas cortesanas. Incluso podría escucharse el rumor de la multitud en las ceremonias o el trote de los caballos en los desfiles o el chirriar de las espadas en las batallas. Como si el presente estuviera atrapado en un capítulo del pasado. Como si la vida pudiera leerse en una novela medieval.

Calatañazor, Soria© Alamy Stock Photo

Esto mismo debió pensar Orson Welles, en el año 1965, cuando eligió esta pequeña villa de Soria para el rodaje de su película Campanadas a medianoche, con la que recreaba simbólicamente la ciudad de Londres en el contexto de la Guerra de los Cien Años. Una obra maestra del séptimo arte en la que las calles empedradas, los soportales de madera y los retazos del castillo vinieron como anillo al dedo al curso de esta historia, inspirada en distintas tragedias de Shakespeare.

Hoy visitar este pueblo perteneciente al club de Los Más Bonitos de España es como atravesar un túnel del tiempo para trasladarse, de pronto, a aquella época marcada por las luchas de poder. Porque todo en su entramado se conserva exactamente igual: desde las románticas fachadas con aires decrépitos hasta la evocadora sombra de una fortaleza que deja escapar ecos legendarios.

Calatañazor, Soria© Alamy Stock Photo

REALIDAD O LEYENDA

“En Calatañazor perdió Almanzor el tambor”, reza un viejo dicho en alusión a una batalla imprecisa, con la que se produciría la gran derrota del ejército árabe a manos de los cristianos. Un episodio que pudo acabar con la vida del sanguinario caudillo, sorprendido en una emboscada, si bien los historiadores difieren en su precisión. Realidad o ficción, el caso es que su propio busto descansa en una placita como un recuerdo heroico. 

Más allá de revivir esta leyenda, a esta villa asentada sobre un roquedal que domina la vega del río Abión se viene a pasear plácidamente. Algo sumamente sencillo, puesto que apenas cuenta con cuatro calles, eso sí, muy empinadas. Antes, hay que detenerse en la entrada para admirar la ermita de La Soledad, de origen románico. 

Ermita de Calatañazor, Soria© Alamy Stock Photo
Calatañazor, Soria© Alamy Stock Photo

Sea cual sea la ruta elegida, se dará siempre con la fortaleza, levantada en el punto más alto. Por el camino, será ocasión de admirar el armónico conjunto que conforman las casas, construidas en piedra, adobe y madera de enebro, con sus características chimeneas cónicas. O de visitar la iglesia de Santa María del Castillo, que fue románica en sus inicios (siglo XII) y se reformó en época moderna (siglo XVI). O, llegado el momento, disponerse a comer muy rico en cualquiera de sus restaurantes. El Palomar (elpalomarrestaurante.com) o La Casa del Cura (posadarealcasadelcura.com) son ideales para deleitarse con asados, carnes rojas, trufas y setas de temporada.

Rollo jurisdiccional de Calatañazor, Soria© Alamy Stock Photo

ENTRE RISCOS Y SABINARES

Así llegamos al castillo, del que se conserva apenas un lienzo y las paredes del patio de armas. También el rollo jurisdiccional, del siglo XV, donde se impartía justicia (con la pena correspondiente) y se exponía a los malhechores a la vergüenza pública. Y lo más interesante que pervive: la torre del Homenaje, a cuya cima es imprescindible subir.

Castillo de Catalañazor, Soria

Nada puede ser más hermoso que contemplar el pueblo desde las alturas para entender su declaración como conjunto histórico. Un cogollo de tejados cobrizos inmerso en el manto verde de lo que llaman el Valle de la Sangre, allí donde se sitúa la leyenda del moro Almanzor. La vista se pierde en uno de los espacios naturales más importantes de Castilla y León: el Sabinar de Calatañazor, donde residen los ejemplares más elevados y longevos de la península ibérica. Un bosque que es una reliquia del Terciario y que está catalogado como reserva natural. 

Sabinar de Calatañazor, Soria© Jose Luis Alvarez Esteban / Alamy Stock Photo

En el Sabinar de Calatañazor residen los ejemplares de sabinas más altos y longevos de la península ibérica

Cae la noche y toca entregarse al descanso. Y para ello está el Mirador de Almanzor (elmiradordealmanzor.com), en un caserón del siglo XV, ambientado con atmósfera bereber. O el Hotel Rural (calatanazor.com), decorado en estilo mozárabe. Desde ambos, al despertar, cualquiera podrá sentirse atrapado en el Medievo… hasta que suenen las campanas.   

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