Destinos tranquilos para reivindicar el ‘otro’ turismo
Con motivo del Día Mundial del Turismo, que se celebra cada 27 de septiembre, te proponemos alejarte de los sitios más visitados de España y descubrir un puñado de lugares que no conocen la masificación. Los que no han pasado por ellos, no saben lo que se pierden.
"Viajar es vivir". No le faltaba razón al famoso escritor de cuentos infantiles Hans Christian Andersen cuando dijo esta frase para la posteridad. Viajamos para maravillarnos con la naturaleza, con el arte y la arquitectura, para conocer las últimas tendencias en las ciudades de moda o disfrutar de la gastronomía. El caso es movernos. En 2024 cerca de 91 millones de turistas internacionales llegarán a nuestro país, el segundo país más visitado del mundo tras Francia, para visitar, principalmente, nuestras grandes ciudades. En el Día Mundial del Turismo, este año con el lema ''Turismo y Paz', te animamos a alejarte de los destinos más solicitados y poner el foco en otros que suenan menos, no están masificados y merecen ser descubiertos sin alterar su tranquilidad.
EL BIERZO
Es una comarca de una belleza incalculable y, sin embargo, uno puede pasarse unos días rodeados de naturaleza casi en soledad. Salvo Ponferrada, que es la capital y donde unos cruzan como peregrinos a Santiago y otros se detienen para visitar su castillo templario, tiene mucho por descubrir. El insólito paraje de Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad, es parada obligada, como sus encantadores pueblos de Peñalba de Santiago, Molinaseca o Villafranca del Bierzo, que es como una pequeña Compostela.
SORIA
La capital soriana es pequeña, sí, la segunda con menos habitantes de nuestro país después de Teruel. De ritmo reposado, también, pero es más grande en historia que muchas ciudades. En otoño, el magnífico paseo de álamos por el Duero que lleva hasta la ermita de San Saturio es de lo más inspirador. La visita al claustro de San Juan de Duero, las compras por el Collado, el románico de la iglesia de Santo Domingo o su cultura gastronómica se degustan sin prisa, y sin mucha gente.
SIERRA DEL SEGURA
El sur de Albacete es montañoso y abrupto y en medio de sus duros escarpes se esconden fuentes, manantiales y un puñado de evocadores pueblos: Ayna, Bogarra, Paterna del Madera, Riópar, Molinicos, Vianos... Un territorio desconocido y montaraz. Los mapas lo citan como la serranía de Alcaraz y Segura, pero los lugareños lo han bautizado con un nombre más dulce y evocador: la Sierra del Agua. La mejor prueba: los Chorros donde nace el río Mundo, que nace en una profunda cueva regalando un espectáculo extraordinario.
EL MAESTRAZGO
Castellón y Teruel comparten esta comarca que es tierra de templarios, de bellos paisajes y castillos medievales y todavía pocos conocen. Puedes comenzar una ruta en el nacimiento del río Pitarque, con cascadas y pozas cristalinas. No muy lejos de allí, entre desfiladeros, surgen encantadores pueblos como Cantavieja, con su templo barroco, La Iglesuela del Cid, con un patrimonio monumental, y Mirambel (en la imagen), pequeño, pero un centro histórico de gran valor para un agradable paseo.
EL VALLE DE AMBROZ
La Vera y el Jerte son los valles cacereños que más suenan, pero en otoño el de Ambroz es mágico. Comienza una ruta en el puerto de Honduras empapándote de naturaleza, sigue por Hervás, que tiene una de las juderías más bellas de España, pasa por Centro de Interpretación del Lobo Ibérico de La Garganta, camina o monta en bici por la Vía Verde de la Plata y tómate un respiro en el balneario y termas romanas de Baños de Montemayor. Aquí no llega la masificación.
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SIERRA DEL RINCÓN
Escondido en la esquina noroeste de Madrid, a este rincón con bosques de robles centenarios, senderos para caminar y pueblos de piedra y pizarra solo llegan los que se acercan a visitar en otoño el hayedo de Montejo, el más meridional de Europa, y luego se dan la vuelta. Se pierden la arquitectura tradicional pueblos con tanto encanto como Horcajuelo de la Sierra, con su iglesia y su museo etnográfico, La Hiruela, el mejor conservado de la zona, o Puebla de la Sierra, el más aislado.
VALLE DEL RONCAL
En el Pirineo navarro, el valle del Roncal, es un gran desconocido más allá de sus límites y no será por méritos. Tiene una naturaleza brutal, pueblos auténticos como Isaba o el que le da nombre, una rica gastronomía y ha sido elegido destino starlight. La villa de Burgui, con sus calles empedradas casonas de teja curva y su puente romano es la entrada a este valle donde no puedes perderte dos parajes naturales imprescindibles: la foz de Burgui, con una de las mayores colonias de buitres de Europa, y las balsas de Sasi.