Dos días en Wroclaw, la ciudad polaca que te gustará descubrir

Un puente facilita el paso. Wroclaw tiene 130 puentes y pasarelas. Para unir las cinco islas que dibujan el río Oder más cuatro afluentes, canales aparte. La geografía dispuso a esta ciudad polaca a ser un lugar de encuentros (y desencuentros) a lo largo de su historia. De todos cuantos por ella han pasado se quedó con lo mejor. 

Por CARLOS PASCUAL 

DÍA 1 

09H La isla de Dios 

El núcleo original de la llamada Breslavia, o Breslau, o Wroclaw (pronúnciese vrósguaf) es la isla de Ostrow Túmski. Allí creció la ciudad hace mil años, en torno a su catedral, arrasada en la Segunda Guerra Mundial y rehecha en seis años ladrillo a ladrillo. Además de esta, en ese reducto primigenio subsisten 14 iglesias, el palacio episcopal y otras dependencias eclesiásticas. En la iglesia de Santa Cruz, donde además de misas se dan conciertos de órgano, fue canónigo Nicolás Copérnico. Y Santa María de la Arena aloja más trípticos flamencos que un museo. Al atardecer, uno de los últimos serenos de Europa va encendiendo una a una las farolas de gas de los jardines. 

VER GALERÍA

PINCHA EN LAS IMÁGENES PARA VER TODA LA GALERÍA

12H PLAZA MAYOR

Como en todas las plazas mayores de Silesia (región de la cual Wroclaw es capital), el ayuntamiento está en el centro, exento, una filigrana gótica en cuyos bajos ha funcionado hasta hace poco la cervecería más antigua del lugar. El inmenso cuadrilátero del Rynek, la plaza mayor, está orillado por antiguos edificios con gablete (remate ornamental), muchos de ellos ocupados por restaurantes típicos en los que sentarse a comer. Es punto de encuentro de turistas, pero también de vecinos, sobre todo jóvenes que se reúnen en una modernísima fuente de cristal. Contigua a esta se halla la plaza de la Sal, hoy mercado de flores. 

Si has estado en estos 10 lugares puedes decir que conoces Polonia

Pegada al Rynek, la iglesia gótica de Santa Isabel sigue ostentando la torre más alta de la ciudad, y eso que se desplomaron los últimos 40 metros, y detrás de ella, en la calle Jatki se descubre un curioso monumento a los animales de sacrificio, como tantas otras esculturas de bronce diseminadas por la ciudad, especialmente de gnomos. 

15H   GAUDEAMUS IGITUR

Internándose por calles adyacentes se llega a la Universidad, tan ilustre (una docena de premios Nobel) como presente en el día a día. De los cerca de 700.000 vecinos de Wroclaw, los estudiantes integran la quinta parte. Y eso se nota. No solo en los solemnes edificios, antiguo feudo jesuita, donde se encuentran la Sala Leopoldina (joya del barroco) o el Oratorium Marianum, o la iglesia (con efigies prominentes de los españoles Ignacio de Loyola o Francisco Javier); también y, sobre todo, en las terrazas y «bares de leche» (mlezny, comedores populares y baratos) de los alrededores. 

VER GALERÍA

20 H MARCHA ILUSTRADA

Esos garitos del casco antiguo y el llamado Distrito de las Cuatro Confesiones son escenario privilegiado de la marcha juvenil y estudiantil, que es algo más que pura juerga. El Kino Nowe Horizonty, además de multicine, es toda una apuesta cultural ambiciosa. Hay muchos teatros alternativos o estudiantiles en la patria chica de Grotowski, seguidor del gran Stanislawski. El jazz es otra de las aficiones: teatro, música y cerveza se adueñan del casco viejo por la noche. 

Pistas para descubrir la nueva Varsovia

DÍA 2 

09H PALOMA DE LA PAZ 

Hay que tomar un tranvía y alejarse un poco del centro para llegar al Hala Stulecia o Pabellón del Centenario. Un edificio declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Obra de Max Berg, tiene una cúpula de hormigón que fue pionera, y la mayor de su tiempo (1913). Allí gritó soflamas Hitler y, por contra, se celebró en 1948 un Congreso Mundial de Intelectuales por la Paz, durante el cual Picasso creó la más célebre de sus palomas. 

El Hall se visita como monumento y en él se celebran conciertos y espectáculos, pero después hay que ver el gran estanque y los pabellones secundarios, que sirvieron como estudios de cine. Al lado del conjunto está del parque Szcztnicki, que acoge el Jardín Japonés y la iglesia de madera de san Juan Nepomuceno, y también el barrio modernista Sepolno Zimpel. 

Una ruta por Polonia en busca del mayor castillo del mundo

12H PANORAMA HISTÓRICO 

Volviendo al centro se atraviesa el Grunwaldzki, puente colgante de hierro que también supuso una proeza en su tiempo (1910). Casi pegado se encuentra el Panorama de Raclawice, una tela pintada de 120 metros de circunferencia, expuesta en un edificio levantado ex profeso, que recuerda una de esas batallas que nadie recuerda. Los panoramas se pusieron de moda a finales del siglo XIX, y quedan una veintena repartidos por el mundo. Muy cerquita, asomado al río, el Museo Nacional merece una tranquila visita (para los insaciables, hay 20 museos más). 

15H PASEO FLUVIAL

Con tanto río y tanto canal, nada mejor que hacer un crucero fluvial y después pasar el rato en las terrazas a orillas del Oder o paseando por sus parques. Sorprende la cantidad de espacios verdes y jardines en pleno corazón de la ciudad. También para el paseo están sus arbolados boulevares: Xawery Dunikowski, Lech y María Kaczynski, o el del Padre Zienkiewicz (a orillas siempre del río), el de la Politécnica… 

VER GALERÍA

20 H LA CIUDAD QUE NO DUERME 

Así llaman (voluntariosamente) a Wroclaw sus vecinos. Saliendo del casco viejo, otro de los polos de animación se aglutina en torno a la Ópera y dos escenarios especializados en musicales, el Capitol Musical Theatre y el más reciente Narodwe Forum Muzyki. En temporada alta, o sea con buen tiempo, un tranvía llamado Baba Jaga es una especie de bar sobre raíles que va arrastrando a los noctámbulos. Hay algunos en la ciudad que no duermen. 

VER GALERÍA

GUÍA PRÁCTICA 

Cómo llegar a Wroclaw

En determinadas fechas hay vuelos directos a Wroclaw desde varios aeropuertos españoles (unas tres horas de vuelo). También se puede volar a Varsovia, y desde ahí enlazar con un vuelo a Wroclaw (1 hora). 

VER GALERÍA

Donde dormir 

En pleno centro, en el hotel boutique Art Hotel (arthotel.pl/en). También en el cinco estrellas Hotel Monopole (monopolwroclaw.hotel.com.pl/en), un lujo, de estilo modernista, escenario de películas de Andrzej Wajda. Otra buena elección es The Granary (thegranaryhotel.com), que ocupa un antiguo granero con habitaciones y decoración modernas, próximo al casco viejo. 

VER GALERÍA

Dónde comer 

Recomendables los restaurantes de los hoteles Art y Monopole (aunque uno no se aloje allí). También Marina (marina.wroc.pl), para comer a orillas del río y con espléndidas vistas, y Konspira (konspira.org/cafe-konspira), que evoca la historia reciente (con el sindicato Solidaridad). Comida típica en la plaza Mayor, en la taberna Lvov Karczma Iwowska. Los «bares de leche» (mlezny) del casco viejo son autoservicios de comida popular muy económicos. También se ofrece a precios muy asequibles el menú de mediodía (zestawy lunchowe).