Del castillo de Bellver a la catedral (Mallorca): abrazada por el Mediterráneo

Situada en una bahía natural privilegiada, Palma sostiene la mirada azul del Mediterráneo. En un extremo, el castillo de Bellver lo observa desde las alturas, y en el otro, las puertas de la catedral de Santa María se abren al mar. Ambos unidos por un largo paseo marítimo que vertebra la vida de la capital balear y anima a descubrir la belleza de su casco antiguo

Mallorca
Daniel Manzano

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Palma tiene dos monumentos que escoltan su bahía y que destacan sobre los demás. En la punta más alejada, y a más de cien metros sobre el nivel del mar, se levanta el castillo de Bellver, del catalán antiguo bell ver, que significa bella vista. Se llega hasta él después de recorrer la sucesión de hoteles, bares y restaurantes diseminados por la media luna que forma el paseo marítimo. Dejamos atrás las palmeras y los mástiles de los barcos y yates amarrados a los pantalanes y tomamos una carretera empinada que se adentra en un bosque de pinos, en cuya parte más elevada aparece el castillo.

Mallorca©Doug Pearson/AWL Images
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Se mire por donde se mire, Bellver es un castillo singular. Es el único de España y el más antiguo de Europa con una planta circular, junto a sus cuatro grandes torres semicirculares orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. La torre del homenaje también resulta original, pues está separada del edificio, aunque unida por un puente. Y sobre la planta superior se sitúa la terraza, con impresionantes vistas de la bahía y el templo catedralicio.

Los tres kilómetros que separan los dos monumentos más destacados de Palma son un ejemplo de convivencia entre el turismo y el ajetreo de la ciudad. Se pueden hacer andando, aunque lo ideal es ir en bicicleta por el carril, perfectamente señalizado, que recorre toda la bahía pegado al mar hasta perderse en El Arenal. En el camino hay que parar en Es Baluard, para ver arte moderno y contemporáneo y, de vez en cuando, en alguna de las terrazas y chiringuitos que salen al paso a disfrutar del sol, el azul del mar y su brisa reparadora.

Mallorca©GettyImages
El baldaquino del altar mayor fue una de las aportaciones más significativas del arquitecto Antonio Gaudí a la catedral de Santa María, la misma que sobresale sobre los tejados del casco antiguo de Palma (en la imagen anterior).

Durante el trayecto hasta la catedral, su referencia es constante y, según nos aproximamos a ella, su figura va haciéndose cada vez más imponente. Antes de subir las escaleras que llevan hasta la puerta, daremos un paseo por los Jardines del Rey, con sus fuentes y juegos de agua, y admiraremos la muralla y los muros del Palacio de la Almudaina, levantado sobre un antiguo alcázar musulmán.

Mallorca©Gonzalo Azumendi
S’Hort del Rei o el Jardín del Rey, a los pies del Palacio de la Almudaina, está inspirado en los juegos de agua y plantaciones de los huertos árabes.

La catedral de Santa María, la Seu o catedral de la Luz, que por los tres nombres es conocida, es la tercera más alta entre las de estilo gótico europeas. Si nos fijamos en su rosetón mayor nos daremos cuenta de por qué está considerado el Ojo del Gótico. Es el más grande de las catedrales del continente, con 13 metros de diámetro, y está recubierto por 1236 cristales que lo dotan de una espectacular policromía.

Mallorca©Michele Falzone/AWL Images

Como singularidad, el templo catedralicio es también el único con una de sus puertas abierta al mar. Tardaron más de 400 años en levantarlo y ha sufrido unas cuantas restauraciones. A principios del siglo pasado el elegido para esa labor fue el arquitecto Antonio Gaudí, que se ocupó, entre otras cosas, de realizar un bellísimo baldaquino para el altar mayor. En el xxi el encargado fue el pintor mallorquín Miquel Barceló, quien ideó un espectacular mural para la capilla del Santísimo. Allí dio rienda suelta a su creatividad inspirándose en el milagro evangélico de los panes y los peces y cuyo resultado es una cerámica policromada que causa admiración a quien la contempla.

Mallorca©Gonzalo Azumendi
Mallorca©Eduardo Blanco
Construido hace más de 700 años, el castillo de Bellver ha servido de residencia real, prisión militar y hasta de fábrica de moneda. Ahora es la sede del Museo de Historia de la Ciudad y de la colección Antonio Despuig. En el museo de arte moderno y contemporáneo Es Baluard (arriba) podemos ver la obra de artistas locales e internacionales que tienen alguna conexión con la isla, como Miquel Barceló, Santiago Calatrava o Picasso, entre otros.

No dejes de...

Hacer una ruta por los patios del casco antiguo. Son uno de los elementos más atractivos y representativos de la arquitectura de la ciudad. Bellos, sobrios y singulares, en estos espacios, símbolo de la pujanza de cada familia, se reunían los vecinos y se hacía vida social. Hay más de 60, muchos privados y algunos públicos, y buenos ejemplos son los de Ca’n Vivot, Ca’n Catlar de Llorer y Ca’n Oleza (palmavirtual.palma.cat).

Guía prática

Guía prática

Mallorca©Gonzalo Azumendi
En el museo de arte moderno y contemporáneo Es Baluard podemos ver la obra de artistas locales e internacionales que tienen alguna conexión con la isla, como Miquel Barceló, Santiago Calatrava o Picasso, entre otros.
Cuándo ir

Especialmente fuera de temporada, cuando se disfrutan con tranquilidad todos los espacios monumentales de la ciudad.

Cómo llegar

Del aeropuerto a Palma hay 10 kilómetros por autopista. Desde el castillo de Bellver a la catedral, 40 minutos caminando, menos si se hacen pedaleando por el paseo marítimo.

Qué ver

CASTILLO DE BELLVER. Acoge el Museo de Historia de la Ciudad y la colección Antonio Despuig, de escultura clásica. Entrada: 4 €. Los domingos y festivos es gratuita (castelldebellver.palma.cat). ES BALUARD. Museo de arte moderno y contemporáneo. Entrada: 6 € (2 € si se acude en bicicleta). Los viernes el precio lo pone el visitante. Tiene café-restaurante y magníficas vistas a la bahía (esbaluard.org). PALACIO REAL DE LA ALMUDAINA. Situado enfrente de la catedral, el recinto lo forman un torreón que alberga el palacio del Rey, el de la Reina, la capilla Real y los patios. En la actualidad, es utilizado por el Rey para ceremonias oficiales en verano. No hay que perderse los jardines que están a sus pies (patrimonionacional.es/visita/palacio-real-de-la-almudaina). CATEDRAL DE PALMA. Visitas de lunes a sábado. Entrada: 12 € (catedraldemallorca.org). En verano, hay visitas guiadas a las terrazas para descubrir rincones inaccesibles (20 €).

Dónde dormir

POSADA TERRA SANTA (posadaterrasanta.com). Palacio renacentista con vestigios góticos y 26 habitaciones únicas. Zona wellness, piscina en la azotea y un exclusivo restaurante. NAKAR HOTEL (nakarhotel.com). Diseño moderno en el corazónde Palma. Con una maravillosa terraza en la novena planta. HOTEL VICTORIA GRAN MELIÁ (melia.com). En pleno paseo marítimo, rodeadode historia y de belleza clásica, ofrece los servicios y comodidades de un hotel de gran lujo.

Dónde comer

CA N’EDUARDO (caneduardo.com). Ubicado encima de la lonja, basa su cocina en recetas y productos locales. CELLER SA PREMSA (cellersapremsa.com). Restaurante familiar donde degustar platos típicos: frito de matanzas, sopas mallorquinas... EL PESQUERO (restaurantpesquero.com). La terraza con más sabor del paseo marítimo y uno de los sitios imprescindibles de tapeo.

Más información

TURISMO DE PALMA, visitpalma.com/es; ISLAS BALEARES, illesbalears.travel/es/baleares/


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