La duna de Pilat, la más alta y grande de Europa, muy cerca de casa

Esta inmensa y bella masa de arena acumulada por el viento se alza en la costa sur francesa y ejerce de altiva frontera entre el mar de pinos de Las Landas y el agitado océano Atlántico. Te va a sorprender, ¡y mucho!

Por ENRIQUE DEL RIVERO

La costa de Aquitania esconde un tesoro paisajístico que recrea a escala un añorado escenario de aventuras. En pleno sur de Francia y a las puertas de la gran ciudad de Burdeos se puede descubrir un pedazo de desierto. Un desierto un poco particular, ya que cuenta con una sola duna, aunque tiene una característica que la hace única y valiosa: es la más alta y grande de todo el continente europeo.

La Dune du Pyla o de Pilat, un enclave declarado Gran Paisaje Nacional, tiene unas dimensiones colosales. Si su altura, en continuo incremento, alcanza los 118 metros de altura, no se quedan atrás sus 2700 metros de longitud y sus 500 metros de anchura en la base. También llaman la atención los más de 60 millones de metros cúbicos de arena que conforman su estructura geológica.

VER GALERÍA

El origen de la duna hay que buscarlo en la superposición, hace unos 4000 años, de dos grandes sistemas dunares cuyas antiguas trazas todavía se descubren al lado del Bassin d’Arcachon, la cerrada ensenada donde desemboca el río Eyre. La duna está viva y todos los años crece varios centímetros en altura y avanza unos cuatro metros. A su paso va engullendo el bosque de pinos que bordea su flanco este.

VER GALERÍA

EL PINAR DE LAS LANDAS

Para conocer la Duna de Pilat hay que llegar hasta el aparcamiento de pago situado en sus inmediaciones. Unas sencillas pasarelas de madera, junto a las que se alzan varios paneles con información sobre la geología, la flora y la fauna de la zona, permiten acercarse hasta la base de la gran masa de arena. Desde abajo la pendiente parece bastante empinada, pero el esfuerzo merece realmente la pena. Salvo en el verano, cuando se coloca una escalera de madera con 154 peldaños, la ascensión se debe realizar remontando el flanco de la duna. Una buena idea es descalzarse y sentir bajo los pies la suave textura de la arena.

VER GALERÍA

Un vez en la cumbre, lo primero es recuperar el aliento. Después hay que prepararse y poner en alerta los sentidos para comenzar a disfrutar de los inesperados panoramas que se abren ante los ojos. La elección resultará difícil. Si se mira hacia el oeste se encuentra la inmensidad profunda y azul del océano Atlántico. Si por el contrario se gira 180 grados, la vista se perderá en el verde intenso del inacabable pinar de Las Landas.

No se debe desaprovechar la ocasión para recorrer toda la cima de la duna. Van a ser casi tres kilómetros inolvidables que permiten sentir el latido de esta descomunal masa arenosa en continua evolución.

BANC D’ARGUIN

Un consejo para los más entusiastas: con la marea baja merece la pena descender hacia la playa (el único inconveniente es que hay que volver a subir- para poder caminar a lo largo de la costa). En el descenso se descubren algunas de las llamativas plantas herbáceas que encuentran en el ambiente arenoso su hábitat ideal: el nardo marino, la clavelina, la lechetrezna y la manzanilla bastarda.

VER GALERÍA

Justo enfrente de la Duna de Pilat y rodeado por las bravas aguas del Atlántico se localiza el Banc d’Arguin, un banco de arena, declarado reserva natural, en el que se puede observar la evolución de numerosas aves marinas. Otras muchas especies encuentran en el cercano Bassin d’Arcachon, buen punto de reposo en sus largas migraciones.

VER GALERÍA

Hablando de comida y después del esfuerzo realizado, no estaría de más finalizar la visita a la duna con una degustación en alguno de los restaurantes de la cercana localidad de Arcachon. Sus mariscos y sobre todo sus ostras, criadas en los parques del interior del Bassin d’Arcachon, son famosos internacionalmente.

VER GALERÍA

GUÍA PRÁCTICA

Dónde dormir

En Arcachon, en el Grand Hôtel Richelieu (grand-hotel-richelieu.com), una sobria arquitectura centenaria en el mismo paseo marítimo y con salida directa a la playa. También en el Hôtel Villa Lamartine (hotelvillalamartine.com/es/), en el centro, con habitaciones y suites renovadas en un estilo refinado y moderno. Y en Le Be D’Arcachon (hotel-b-arcachon.com/es/), un oasis de paz de ambiente elegante y vistas sobre el mar.

Dónde comer

En Arcachon, en Chez Yvette (restaurant-chez-yvette-arcachon.fr), toda una institución local por sus especialidades de productos del mar. Ambiente muy agradable y de ambiente marinero. También en Le Patio (lepatio-thierryrenou.com), con un elegante comedor  abierto a un bonito patio-terraza lleno de flores. Cocina de mercado con especial hincapié en los productos del mar. En Pyla-sur-Mer, en L'authentic d'Éric Thore (ericthore.fr), que ofrece una cocina de temporada presentada por su chef, formado en los principales restaurantes con estrellas Michelin.

Otros temas que te pueden interesar:

Cómo descubrir el gran cañón del Verdon, el más espectacular de Europa

Maravillas de Francia Patrimonio de la Humanidad

Acantilados de Étretat, la costa de alabastro de Normandía