IMPRESCINDIBLE
Si visitas la ciudad del amor de octubre a marzo, no puedes dejar pasar la oportunidad de disfrutar de una cena en La Bulle Parisienne, un bistró con una barra de vinos instalado, de forma temporal, en el primer piso de la torre, dentro de una cúpula transparente. En la segunda planta, a 125 metros de altura, está Le Jules Verne (en la imagen), el restaurante dirigido por el reputado chef Frédéric Anton que combina una cocina refinada con su pasión por la estética para ofrecer platos que interactúan con la arquitectura de la Torre Eiffel. Para reservar en cualquiera de ellos y descubrir más sobre sus creaciones y ofertas puedes acceder a la web oficial de la torre toureiffel.paris/es/restaurantes-tiendas.
Los que prefieran algo rápido tienen en el atrio, la primera y la segunda planta diferentes bufés con platos calientes y fríos, así como snacks y dulces. Mientras que los más golosos pueden también hacerse con los mejores macarons de París en la tienda del segundo piso.
De lo mejor, el bar de champaña situado en la cima de la torre, donde disfrutar de unas increíbles vistas de la ciudad copa en mano es una experiencia inolvidable. Aquí también se encuentra el despacho de Gustave Eiffel.
En todas las plantas encontrarás miradores para disfrutar de este viaje ascendente único en el mundo. Y los más valientes pueden pisar, además, el suelo de cristal de la primera planta para contemplar París a sus pies. Aquí también está CinEiffel, un espectáculo visual proyectado sobre la pared que sumerge al espectador en el universo de esta obra de ingeniería.