Frenética y, al mismo tiempo, serena, ultramoderna y ancestral, la capital tailandesa camina en la cuerda floja entre pasado y fututo, entre tradición y vanguardia, entre armonía y caos. Su esencia es la renovación constante, la ebullición de propuestas tentadoras. Esto es lo que está de moda en la ciudad más dinámica del sudeste asiático.
05/08/2019 15:18 UTC Por NOELIA FERREIRO