La reina Letizia y la princesa Leonor asistieron anoche a la recepción que se celebró a bordo del Juan Sebastián Elcano en su llegada a Panamá. Tras el viaje sorpresa de la esposa de Felipe VI al país panameño para encontrarse por sorpresa con la heredera después de casi cuatro meses sin verse, madre e hija pudieron disfrutar de una noche festiva juntas.
La complicidad entre madre e hija era más que evidente. La princesa Leonor miraba a su madre con admiración y cariño, en una de las noches más especiales para ella. Un reencuentro cargado de emoción que se producía durante la escala del buque escuela Juan Sebastián de Elcano en Ciudad de Panamá.
La Reina vestía un elegante mono rojo con cuello halter de la firma Mango y unas cómodas cuñas en tonos dorados, y la princesa Leonor lucía el uniforme de gala de verano de la Armada nunca visto, que constaba de una chupa francesa blanca con los distintivos pasadores para las hombreras de rango y pantalón negro. La heredera al trono sonreía sin parar en una velada irrepetible, rodeada de los 75 guardiamarinas que conviven en el buque y sus familiares.
Leonor no ocultaba su felicidad al compartir esta noche con su madre, dentro de su formación como futura reina. Letizia se mostró cercana y orgullosa, acompañando a su hija en una jornada tan significativa, donde el deber institucional se mezclaba con su papel como madre.
El Día de la Madre se adelantaba para madre e hija a la noche del pasado sábado 3 de mayo, después de que su majestad viajase hasta Panamá para reencontrarse con su hija después de casi cuatro meses de travesía. La tarde comenzaba para ellas con un reencuentro en puerto, donde madre e hija se fundieron en un abrazo emocionante.
Después del reencuentro, ya en la noche, asistieron al acto en cubierta, vistiendo acorde a la ocasión y derrochando complicidad.
Madre e hija, unidas en una noche para el recuerdo cargada de simbolismo, donde dejaron ver el amor que les une en miradas y gestos, mientras que transmitían el compromiso con la corona, en una velada marcada por el júbilo y la emoción, además, por poder celebrar juntas el Día de la Madre. Un reencuentro en Panamá que dejó mucho más que unas fotos emotivas: mostró a una princesa comprometida y a una reina que, por encima de todo, sigue siendo madre.