DE MARISCAL FRANCÉS A REY DE SUECIA

Por hola.com

En 1810, cuando en la familia real Sueca no había sucesor al trono, el Parlamento eligió como Rey, bajo el nombre de Carlos XIV, al francés Jean Baptiste Bernadotte, mariscal de Napoleón, con el objetivo de que Francia les ayudara a recuperar Finlandia. No obstante, Carlos XIV, una vez convertido en regente, cambió totalmente su política, se olvidó de los motivos que le habían conducido hasta el trono y se adhirió a la coalición rusa contra Napoleón ganando Noruega a los daneses en la paz de Kiel. Un tratado que obligó a ese país a formar unión con Suecia hasta 1905.

Carlos XIV, que consiguió reunir bajo su cetro las dos coronas y fundar la actual dinastía sueca, tenía que agradecer su carrera a la Revolución Francesa, sin la cual él que ni siquiera era de ascendencia noble, no hubiera conseguido, jamás, un alto grado militar... Sin embargo, y, a pesar de su inmensa suerte, el soberano dejó ver que el era un autócrata y que no tenía ningún interés por respetar las limitaciones de su poder establecidas en la Constitución de Suecia.