La visita oficial a Noruega de Alberto y Charlene tiene un simbolismo que va mucho más allá del regreso de Charlene a la vida institucional. El soberano monegasco ha viajado a Oslo junto a su mujer y sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, para conmemorar el centenario del fallecimiento del Príncipe Alberto I. La agenda incluía la inaguración de una exposición en el Museo Fram, en Oslo, donde los Príncipes protagonizaron unas imágenes que nadie esperaba pero que están llenas de significado.
En los últimos meses, Alberto y Charlene han estado rodeado de polémicas, informaciones sobre su matrimonio, rumores de crisis... pero ellos han querido zanjarlas de esta manera: dándose un beso en público que pone fin a todas las especulaciones.
A su llegada al museo, la Princesa fue recibida de manera muy cariñosa por su marido y también por Haakon de Noruega, que se mostró de lo más caballeroso dándole un beso en la mano.
Durante la visita, quedó reflejada la excelente relación que mantienen las dos casas reales. Como anfitrión, el príncipe Haakon quiso que estuvieran cómodos y disfrutaran de su estancia en la capital.
Alberto y Charlene no estuvieron solos, sino que les acompañaron sus dos hijos. En esta ocasión les vimos muy formales y no protagonizaron las imágenes tan espontáneas y divertidas a las que nos tienen acostumbrados.
Hacía mucho que no les veíamos tan cómplices y enamorados. Alberto estuvo en todo momento muy pendiente de Charlene, que ha retomado con fuerza su agenda oficial tras más de un año alejada de la vida pública.