Carolina de Mónaco en su primera cita con ¡Hola!

Rescatamos las fotos de nuestro primer encuentro 'vis-à-vis' con la reina del 'glamour'

Por hola.com

Los archivos de ¡HOLA! guardan maravillas como estas: las fotos de su primera cita con una jovencísima Carolina de Mónaco, de apenas doce años, allá en julio de 1969. Han pasado varias décadas desde entonces y la preciosa niña de ayer se ha convertido en la incuestionable reina del glamour de hoy. El tiempo vuela, pero nos resistimos a pasar página definitivamente a su último cumpleaños -el pasado sábado 23 cumplió 59 espléndidos años-, sin antes volver la vista (y la hoja) atrás para compartir con nuestros lectores aquella sesión de fotos en Palacio, aquel primer vis-à-vis con la hija mayor de Gracia y Rainiero de Mónaco.

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Esta primera reunión entre la Princesa y la revista se produjo con ocasión de un reportaje familiar en la residencia de los entonces soberanos y de una entrevista a la princesa Gracia. Carolina de Mónaco ya se comía la cámara y nos carcomía de curiosidad. Y el perdiodista Jaime Peñafiel como enviado especial de la revista no desaprovechó la oportunidad de hacer varias preguntas sobre su persona: "Carolina es muy activa e inteligente. Se interesa por todas las cosas; le gusta mucho la danza clásica, el ballet. Ahora tiene doce años. Cada año cambia más. También adora los deportes; como a todos los jóvenes de su edad, le gustan también los cantantes de ahora y los discos modernos. De todas formas, Carolina se siente, ¿cómo diría yo?, un poco frustrada. Ella quiere ser una chica más", comentaba la princesa Gracia acerca de la mayor de sus hijos.

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Acompañan a las declaraciones de Gracia de Mónaco las fotos de niña a mujer de la princesa Carolina, toda una señorita que ya tiene algún que otro gesto de coquetería ante la cámara fotográfica. Carolina, además de Princesa, es una joven como todas las jóvenes; Gracia, además de soberana, es una madre como todas las madres y prohíbe las mismas cosas a sus hijos que todas. No quiere que crezcan demasiado deprisa: "Por ahora Carolina no tiene necesidad de emplear pinturas y maquillajes. Es todavía muy joven. Referente a la minifalda, ella, como moderna que es, se viste muy corta. Naturalmente a ella le gustan mucho las faldas cortas. Y ella me critica cuando cree que yo las llevo demasiado largas".

Se aprecia en las imágenes que madre e hija se llevan bien y se entienden mejor: "Digamos que soy una madre comprensiva. Yo soy ahora la mamá que la comprende. Por ahora las dos nos comprendemos perfectamente. Y espero que continúe. Es muy difícil eso de ser una camarada de los hijos, porque a los hijos no les gustan tener amigos de veinte o treinta años mayor que ellos. Eso es normal. A nuestros hijos por ahora les gusta estar con nosotros, y eso es bastante. Nos dan muchos ratos felices. Nosotros tratamos de colmarles de atenciones. Somos muy expresivos en nuestra afección y, hasta el momento, todo marcha muy bien y esperemos que dure".

Ya se veía venir que la bella Carolina se convertiría un día en reina de corazones y, en la cuestión sentimental, la princesa Gracia lo tenía claro: "que su elección sea dichosa para ella". Hoy, después de tres matrimonios, cuatro hijos y tres nietos, tras un largo camino de rosas y espinas, puede decirse que por fin ha conquistado la felicidad.

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