Mientras las fotos de Carlota Casiraghi y Lamberto Sanfelice dan la vuelta al mundo, ¿qué hace Gad Elmaleh?

Por hola.com

Después de casi cuatro años de relación con Gad Elmaleh y meses de rumores de ruptura, Carlota Casiraghi se ha dejado ver muy sonriente y feliz junto al director de cine Lamberto Sanfelice en París. La revista ¡Hola! publica esta semana los detalles y las imágenes exclusivas de una noticia que está dando la vuelta al mundo. Y, mientras giran las pruebas (gráficas) de norte a sur y de este a oeste, las miradas se vuelven inquisitivas hacia Gad Elmaleh, el otro protagonista de este historia de (des)amor.

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Una crisis de pareja allá por primavera fue el principio del fin. Carlota Casiraghi abandonaba el apartamento en París que compartía con Gad, padre de su hijo, Raphaël, y volvía a vivir en Mónaco junto a su pequeño. En la distancia intentaron por todos los medios salvar su relación y un mes después decidieron darse una nueva oportunidad.

De entonces son sus instantáneas de besos y abrazos en una cita hípica en Saint-Tropez, un rotundo desmentido a los primeros rumores de distanciamiento; luego acudieron juntos a todas y cada una de las celebraciones nupciales de Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi, lo que incluso cambió el signo de los comentarios, de ruptura a compromiso futurible. Nada más lejos.

Semanas después de la gran Boda Real, en el mes de septiembre, volvían a separarse sus caminos, ya definitivamente cuentan las crónicas sociales. Carlota Casiraghi se marchaba del domicilio parisino que compartía con el actor francés y se trasladaba a otro lujoso barrio con su pequeño. De ahora, un mes y días después, son otras instantáneas de sonrisas y felicidad de la bella Carlota.

¿Y cómo lo afronta él?
El actor, el humorista preferido de los franceses, Caballero de las Artes y las Letras (2006) y Personaje más gracioso de Francia (2007), continúa cosechando éxitos con su espectáculo en Estados Unidos. Se ha instalado al otro lado del charco, concretamente en Los Ángeles, la ciudad que tiene como base para su trabajo y también su refugio para superar las circunstancias, ya que, según apuntan en su círculo, no puede soportar vivir en el apartamento que compartía con Carlota y su hijo en París. Se le ha visto serio y pensativo estos días. Y es que, aunque siga haciendo reír en los escenarios, y siga riendo en las redes, hay veces que una sonrisa es sólo fachada.