Ernesto de Hannover: 'Mi hija tiene sólo cinco años. Aún no quiero morir'

Por hola.com

El pasado lunes, Ernesto de Hannover, esposo de Carolina de Mónaco, fue trasladado a Austria para ser ingresado en una lujosa clínica, en el pueblo alpino de Schruns, donde se recupera de su pancreatitis aguda, que ha mantenido en vilo a su familia, llegando incluso a temerse por su vida.

Desde el bello paraje que rodea al centro médico en el que se encuentra, el aristócrata alemán, más delgado de lo habitual, ha hablado por primera vez a la prensa tras su salida del Hospital Princesa Grace de Mónaco. Los diarios regionales austriacos Neue Vorarlberger Tageszeitung y Kleine Zeitung han recogido la entrevista en la que el Príncipe se sincera y habla de su enfermedad que, según explica, ha cambiado "con claridad" su visión de la vida.

Ernesto de Hannover, conocido por sus salidas nocturnas y gusto por la bebida, ha prometido que su "vida ahora será más tranquila" ya que reconoce que " a los 51 años no puedo permitirme vivir como cuando tenía 28". El primo de la Reina Isabel II de Inglaterra está dispuesto a "poner punto final a una etapa vital".

Mejora la salud del Príncipe
En cuanto a su estado de salud, el marido de la princesa Carolina comenta que " el lunes estaba aún muy mal en general, pero hoy me siento cien por cien mejorado y ya puedo, incluso, pasear sin problema".

Según comenta el Príncipe, la vida que lleva junto a su esposa Carolina "es muy tranquila" aunque achaca a los compromisos oficiales que se convierta en "agotadora" y eso, "unido al encuentro con el círculo de amigos" hace que "la diversión y el deber resulte mortal".

El jefe de la casa Hannover admite que su problema ha sido siempre su incapacidad para decir no, ya que "si alguien me llama y quiere que vaya a tomar algo, lo hago. Ahora deberá aprender a no dejarme ver tanto". Ernesto se enfrenta al futuro con ilusión ya que confiesa no tener ganas de morir. "Mi hija tiene sólo cinco años. Al menos quiero resistir un años más", comenta en tono irónico

El Príncipe, que se define como "un sencillo campesino", deberá permanecer al menos ocho días más en la clínica que dirige su amigo, el doctor Christian Schenk. Se espera la visita de [Carolina de Mónaco] y de todos sus hijos. Durante su estancia, deberá seguir una estricta dieta sin grasas y con la prohibición absoluta de tomar alcohol o fumar

Ernesto de Hannover fue hospitalizado el pasado 5 de abril en Mónaco, la víspera de la muerte de su suegro, el príncipe Rainiero, aquejado de una inflamación "aguda" de páncreas, que le hizo permanecer ingresado trece días.