El nacimiento de la pequeña Elizabeth el 21 de abril de 1926 fue una fuente de gran orgullo personal para el Duque, más tarde Jorge VI, que nunca podría haber imaginado que su princesa sería con el tiempo coronada como Isabel II de Inglaterra, siendo respetada y admirada en todo el mundo como la 'Reina de las reinas'.
El Duque y la Duquesa de York se adoraban y su hija creció en una atmósfera cálida y familiar. En la imagen, dando su primeros paseos en bicicleta
El tío de Elizabeth se convirtió en Eduardo VIII pero abdicó antes de que cumpliera un año de reinado para casarse con su amante divorciada Wallis Simpson, dejando a su hermano la Corona y a su hija mayor como Heredera
La infancia de las princesas fue idílica, llena de diversión y juegos al aire libre. Su institutriz, Marion Crawford –Crawfie- recordaba que las hermanas estaban ansiosas por hacer lo que fuera que hicieran los otros niños.
La familia adquirió un Corgi llamado 'Dookie' que conquistó a las princesas, despertando el interés que la Reina tiene en la raza
Lilibet, como era conocida en la familia, era una nadadora entusiasta, habiendo ganado incluso el Children’s Challenge Shield en el club de baño de Londres
La princesa Elizabeth también fue niña 'scout'. En la imagen, la Princesa con sus compañeras en un campamento de verano
La Princesa acudió a numerosos compromisos públicos con sus padres y fue instruida en Historia Constitucional por Henry Marten, rector del Eton College, además de recibir clases de francés de su institutriz.
La Reina se casó con el Duque de Edimburgo en la abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947 y su boda fue emitida a una audiencia radiofónica de 200 millones de personas, todos ansiosos de olvidar las privaciones de la guerra y concentrarse en la radiante novia y su brillante joven oficial naval. Un año después, el primogénito Príncipe Carlos llegó, 14 de noviembre de 1948. La princesa Ana llegó dos años después. La felicidad de la joven pareja parecía completa.
La joven Princesa se enamoró del príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, un primo segundo lejano cuya madre había sido la bisnieta de la reina Victoria. Conoció al hombre al que se refiere como su “fuerza y soporte” a la tierna edad de trece años cuando visitó el Darmouth Naval College y él fue asignado a enseñarle el lugar.
La Reina tuvo a los cuatro años su primer caballo, Peggy, y ha mantenido su afición a la hípica desde entonces
Isabel II heredó las mejores cualidades de su padre como líder: era seria y atenta, además de ser absolutamente fiel a sus amigos, familia y país
Más de 8.000 invitados estuvieron en la abadía de Westminster para presenciar el nacimiento de lo que ya había sido proclamado como “una nueva edad isabelina”, mientras millones más se agolpaban fuera en las calles o se reunían alrededor de sets de televisión comprados recientemente para la ocasión.
La coronación de Isabel II, el 2 de junio de 1953, fue uno de los más memorables acontecimientos del siglo XX con un fastuoso, pomposo y solemne ritual. Escogió al diseñador Norman Hartnell para vestirla para los momentos más relevantes de su vida. La Reina, de 27 años, representaba la determinación de una generación dispuesta a construir un mundo mejor después de la Segunda Guerra Mundial.
La década de los sesenta fueron años importantes para la política. En la imagen: Isabel II, una dama entre caballeros
Para los años sesenta la reina Isabel era suficientemente experimentada y segura de sí misma como para dejar a las cámaras grabar un documental entre bastidores que mostraba su soberanía y a su familia en el trabajo y en momentos de ocio.
A los treinta, ya bien establecida en su papel como cabeza del Estado, la Reina estaba lista para revivir las alegrías de la maternidad de nuevo. El príncipe Andrés nació en 1960, seguido por el príncipe Eduardo dos años después.
La Reina nombró Príncipe de Gales a Carlos en 1969. Isabel II acababa de cumplir 43 y su hijo 21.
Cinco años después de cumplir sus bodas de plata en 1972, conmemoraba 25 años en el trono y su aniversario era una ocasión de alegría general, con coloridas fiestas en las calles de toda Inglaterra.
La Reina ha reafirmado en estos años una y otra vez su compromiso con el reino: “Cuando tenía 21 prometí mi vida al servicio de nuestra gente. A pesar de que ese voto se hizo en mis años de juventud, cuando estaba verde en juicio, no me arrepiento ni me retracto de una sola palabra”.
La boda de cuento de hadas de su Heredero, el Príncipe de Gales, y Lady Diana Spencer conquistó el corazón de la nación, fervor que se hizo incluso más grandes después de los nacimientos de los príncipes Guillermo y Harry.
A menudo las tristezas de la vida coinciden con las grandes alegrías: después de las pérdidas de la reina madre y la princesa Margarita con una diferencia de pocas semanas en 2002, la Reina festejó el Jubileo de Oro.
Las fotografías de Isabel II celebrando su 80º cumpleaños, abriendo cartas y mensajes procedentes de todos los lugares del mundo, tomaron la prensa.
Con la llegada de los 90, la Reina disfruta más de sus años felices: el príncipe Felipe permanece a su lado, a salvo de grandes amenazas para su salud, y ella muestra algunos signos de aminorar la marcha en favor del Heredero y del heredero del Heredero
La década actual podría ser descrita como una década de alegría para la Reina, con el matrimonio de su nieto, que algún día será Rey, y el nacimiento de su bisnieto, quien continuará con la línea de sucesión a la Corona.
La nación tomó las calles para celebrar los Jubileos de la Reina
Tras el nacimiento del príncipe George, que llama a su bisabuela 'gan gan', los motivos de alegría continuaron con la llegada al mundo de la hija de los Duques de Cambridge, la princesa Charlotte Elizabeth Diana: “Nos encanta tener otra niña”