Peter Phillips y su prometida causan furor en Sandringham con su asistencia al servicio dominical presidido por Carlos III


La pareja, ausente en la misa del día 25, se suma hoy a los duques de Edimburgo y a la princesa Ana y su esposo en una cita que refuerza la imagen de unidad de la Familia Real en plena Navidad


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28 de diciembre de 2025 - 18:05 CET

La actividad en la finca de Sandringham, uno de los enclaves más emblemáticos de la Navidad británica, continúa marcando el pulso de estos últimos días del año. Tras el tradicional servicio religioso del 25 de diciembre, el rey Carlos ha vuelto a acudir este domingo a la iglesia de Santa María Magdalena, el pequeño templo situado dentro de la propiedad real donde la familia Windsor mantiene una de sus tradiciones más arraigadas. La cita, más discreta que la del día de Navidad, ha dejado una imagen significativa del entorno más cercano del monarca en un momento especialmente simbólico para la Casa Real británica.

El rey Carlos III© GTRES
El rey Carlos III
El rey Carlos III llegó acompañado de los duques de Edimburgo

© GTRES
El rey Carlos III llegó acompañado de los duques de Edimburgo

El soberano, que mantiene su agenda navideña con absoluta normalidad, llegó a la iglesia acompañado por los duques de Edimburgo, dos de los miembros más activos de la familia en los últimos meses. A la cita tampoco faltaron la princesa Ana y su esposo, el vicealmirante Sir Tim Laurence, así como Peter Phillips junto a su prometida, Harriet Sperling, o David Armstrong-Jones —hijo de la princesa Margarita y primo del Rey—, quien asistió con su hija, Lady Margarita Armstrong-Jones.

David Armstrong-Jonesy su hija, Lady Margarita Armstrong-Jones© GTRES
David Armstrong-Jonesy su hija, Lady Margarita Armstrong-Jones
La princesa Ana y su marido, el vicealmirante Sir Tim Laurence© GTRES
La princesa Ana y su marido, el vicealmirante Sir Tim Laurence
La duquesa de Edimburgo con unas flores que le entregaron© GTRES
La duquesa de Edimburgo con unas flores que le entregaron

La duquesa de Edimburgo destacó con un estilismo impecable y muy apropiado para las bajas temperaturas. Eligió un abrigo de corte clásico en tono beige, que combinó con botas de caña alta y tacón bajo en color marrón chocolate, además de un sombrero perfectamente coordinado. Su cuñada, la princesa Ana, apostó por un conjunto más sobrio: un abrigo en marrón oscuro, guantes de piel a juego y un discreto tocado negro. 

Los duques de Edimburgo© GTRES
Los duques de Edimburgo
La hermana del Rey y su marido saludando al público congregado en los alrededores del templo© GTRES
La hermana del Rey y su marido saludando al público congregado en los alrededores del templo

La presencia de los hermanos del rey —con la excepción de Andrés Mountbatten-Windsor, despojado de sus títulos y tratamientos tras los escándalos que le vinculan al caso Epstein— refuerza la imagen de unidad y continuidad institucional que Carlos ha querido proyectar desde el inicio de su reinado. Un mensaje especialmente significativo en unas fechas tan señaladas como estas, en las que la familia real se reúne en Sandringham para celebrar las fiestas en un ambiente privado, aunque siempre bajo la atenta mirada de los medios.

Peter Phillips y su prometida

Sin embargo, la aparición que más expectación ha generado ha sido la de Peter Phillips, hijo de la princesa Ana y primer nieto de la reina Isabel II. El empresario, de 47 años, ha acudido al servicio religioso acompañado de su prometida, Harriet Sperling, un gesto que no ha pasado desapercibido. Su presencia conjunta en Sandringham supone un paso relevante en la integración de la enfermera —y futura esposa del sobrino del rey— en los actos en los que participa la Familia Real. Hay que recordar que la pareja anunció su compromiso el pasado 1 de agosto, después de un año de relación.

Harriet Sperling y Pete�HPhillips© GTRES
Harriet Sperling y PeteHPhillips
El príncipe Eduardo, Harriet Sperling y Peter Phillips

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El príncipe Eduardo, Harriet Sperling y Peter Phillips

La imagen adquiere aún más significado después de que, durante la Navidad, se especulara con la posibilidad de que Peter acudiera con ella al servicio del día 25, algo que finalmente no ocurrió. Conviene recordar que, durante el reinado de Isabel II, la norma era clara: si no estaban casados, no estaban invitados. Aquella regla solo se flexibilizó en contadísimas ocasiones, como en 2017, cuando Meghan Markle asistió a la misa navideña pese a no haber contraído matrimonio aún con el príncipe Harry, o el año pasado, cuando Samuel Chatto —nieto de la princesa Margarita— acudió acompañado de su novia, Eleanor Ekserdjian, con quien mantiene una relación desde 2021.

Harriet y Peter en el servicio religioso de esta mañana© GTRES
Harriet y Peter en el servicio religioso de esta mañana

Con estos precedentes, existía la posibilidad de que Peter y Harriet formaran parte de la comitiva real del día 25, algo que finalmente no sucedió. Sin embargo, sí han acompañado hoy a Carlos III al servicio religioso en la misma iglesia, una presencia que confirma su plena integración en el entorno familiar del monarca.

Una iglesia muy especial para los Windsor

La iglesia de Santa María Magdalena, donde se ha celebrado el servicio, es un lugar cargado de historia para los Windsor desde el reinado de la reina Victoria. Allí han sido bautizados varios miembros de la familia, entre ellos la princesa Eugenia y la princesa Charlotte, y cada año se convierte en el epicentro de la Navidad real. El rey Carlos ha querido mantener esta tradición intacta, acudiendo tanto al servicio del día 25 como al de este domingo, en un gesto que subraya su compromiso con la continuidad de las costumbres familiares que marcaron el reinado de su madre.

El reverendo Paul Williams también ofició el servicio del Día de Navidad© PA Images via Getty Images
El reverendo Paul Williams también ofició el servicio del Día de Navidad
Carlos III saludando a las personas que se acercaron a la iglesia de Sandringham
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Carlos III saludando a las personas que se acercaron a la iglesia de Sandringham

La jornada ha transcurrido en un ambiente tranquilo, con un pequeño grupo de curiosos apostados a las puertas de la iglesia, como es habitual en estas fechas, deseosos de saludar a los miembros de la familia real. A la salida del templo, el Rey ha conversado animadamente con el reverendo Paul Williams, el mismo que ofició el servicio del pasado 25 de diciembre. Aunque la cita de hoy no tiene la dimensión mediática del tradicional servicio navideño, sí ofrece una imagen más íntima de los Windsor, que aprovechan estos días para disfrutar de la finca, celebrar reuniones privadas y mantener vivas las tradiciones que han marcado la historia reciente de la monarquía británica.

Con esta nueva aparición, el rey Carlos cierra un fin de semana marcado por la continuidad institucional y por la presencia de algunos de los miembros más cercanos de su familia. Una imagen de unidad que, en pleno periodo navideño, refuerza el mensaje de estabilidad que el monarca ha querido transmitir desde el inicio de su reinado.

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