"El señor y la señora Brown conocieron a Paddington por primera vez en un andén de tren". Así comienza la historia del Oso Paddington, un famoso personaje de la literatura infantil británica creado en 1958 por Michael Bond que es todo un ícono en el Reino Unido y que protagonizó ese memorable sketch en el que el oso venido de Perú compartía un sandwich de mermelada con Isabel II. Generación tras generación, la realeza británica ha dado a Paddington el lugar que tiene en la historia británica y ahora esa labor podría quedar en manos de la nueva generación: los príncipes George, Charlotte y Louis de Gales.
Si algo tiene el común el oso de ficción y los Windsor es que los dos son emblemas de la cultura británica reconocibles a nivel global y que inspiran todo tipo de productos, desde el merchandising hasta series, películas y, lo último, en el caso de Paddington es un esperadísimo musical que se ha estrenado en el West End londinense, considerado junto con Broadway el máximo nivel del teatro comercial en el mundo angloparlante. En declaraciones exclusivas a HELLO! desde la alfombra roja del teatro Savoy, la productora Sonia Friedman confirmó que la invitación a los Gales y a sus hijos estaba hecha: "Estamos deseando que Paddington conozca a los hijos del Príncipe y la Princesa de Gales porque creo que van a venir a la función, que será muy especial".
Cuando se le preguntó si los niños reales vendrían pronto, Sonia, conocida por producciones como Harry Potter y el legado maldito, agregó: "¡Eso esperamos!". "Estamos muy contentos. Estamos muy orgullosos. Ha costado cientos y cientos de personas y muchos años llegar a este punto, y ahora se lo entregamos al público, así que nos sentimos muy bien", confirmó la productora.
Esta no será la primera vez que el Guillermo y Kate vean un adelanto del espectáculo, ya que la pareja real vio un número de Paddington: The Musical desde su palco privado durante el Royal Variety Performance que tuvo lugar el pasado el 19 de noviembre. Y esta no fue la primera vez, ya que Kate, como duquesa de Cambridge, terminó bailando con el oso, corría el 2017 en la propia estación de Paddington y con ella estaban los príncipes Guillermo y Harry, en ese momento en el que eran el trío más brillante de la nueva generación Windsor y en su agenda quedaban los actos más relajados y que conectaban con el público infantil.
Ahora esa nueva generación, que ya asume junto a sus padres determinados actos oficiales y tienen apariciones puntuales, son los príncipes George, Charlotte y Louis como segundo, tercera y cuarto en la línea sucesoria. Para ellos, el osito Paddington es doblemente significativo, ya que además de ser un personaje cultural que representa la identidad británica, es un símbolo que conecta directamente con la memoria de Isabel II, ya que ese oso se convirtió en una forma de homenaje en el momento de su muerte.
El recuerdo del emotivo sketch televisivo en el que la monarca compartía té y mermelada con el oso durante el Jubileo de Platino fue tan divertido, potente y emotivo, que se transformó en una imagen de despedida colectiva. Miles de británicos depositaron ositos de peluche y sándwiches de mermelada en las calles como homenaje espontáneo, consolidando a Paddington como un inesperado símbolo de duelo nacional. Tanto es así que tras su muerte, la reina Camilla impulsó el "proyecto Paddington", recolectando los miles de osos de peluche que se habían depositado de forma espontánea en las residencias reales para hacerlos llegar a Barnardo's, un proyecto que acoge a niños en situaciones vulnerables.
De algún modo, Paddington se ha convertido en un puente emocional y transgeneracional con la monarquía, integrando tradición literaria y memoria histórica en un mismo gesto. Tanto es así que en el último viaje oficial que hizo un miembro de la realeza británica a Perú, lugar donde nació el oso, según la historia escrita por Michael Bond, Paddington tuvo un acto central en la embajada británica en Lima al que asistió la duquesa de Edimburgo el pasado noviembre.












