Que Meghan Markle está tramando algo parece evidente, pero la cuestión es el qué. En un tiempo récord ha cambiado su idílica vida familiar en Montecito, epicentro de su faceta como emprendedora y prescriptora de estilo de vida, a abordar una agenda pública frenética en la que va de Nueva York a Washington, focos de poder, para hablar tanto de su experiencia empresarial como de salud mental y, de paso, posicionarse como un icono de moda y reunirse con amigos de alto perfil. Este movimiento no ha pasado desapercibido y desde el Reino Unido, donde a pesar de que no echarla de menos como princesa, le siguen los pasos, ya se preguntan qué trama la "Meghan Markle 3.0." y qué planea con esta nueva campaña de imagen.
Meghan Markle fue una de las figuras destacadas en la Cumbre "Mujeres Más Poderosas" de Fortune, donde ofreció una charla sobre su experiencia como "fundadora de una empresa de alto perfil". Su presencia en Washington coronó una semana frenética en Nueva York, marcada por cenas con Serena Williams, visitas a la activista Gloria Steinem, Premio Princesa de Asturias, y encuentros con el cantante Ed Sheeran.
Todo este recorrido ha estado acompañado por un vestuario meticulosamente seleccionado, una oda al lujo silencioso que ha dominado sus redes sociales. Cada aparición parece coreografiada no solo en agenda, sino también en estética: estilismos de alto nivel y una producción visual que revela tanto como oculta.
El ritmo de sus apariciones, al menos seis en pocos días, algunas con el príncipe Harry, ha sido interpretado como parte de un relanzamiento de su imagen que ya ha sido apodado por algunos analistas como "Meghan 3.0". Según Mark Borkowski, experto británico en gestión de crisis, la estrategia parece orientada a proyectar múltiples capas de identidad: "Moda para la atención, humanitarismo para la legitimidad, Washington para la seriedad", explica Daily Mail.
En ese sentido, los rumores no se han hecho esperar, sobre todo después de la publicación de un vídeo en el que Meghan Markle muestra una gran mesa llena de maquillaje en la que figuran algunos productos de Charlotte Tilbury, pero una gran mayoría sin ninguna marca. En ese sentido, se especula si el siguiente paso en el imperio empresarial que la duquesa de Sussex va en esa línea. Hay que recordar dos cosas, que su amiga Serena Williams ha tenido mucho éxito con su firma de belleza, centrada en productos inclusivos, versátiles y de alto rendimiento, pensados para mujeres activas y diversas, y que Meghan ya tiene la experiencia de comercializar bajo su firma As Ever, donde vende desde mermeladas hasta vinos.