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Se proyecta el futuro de la monarquía británica

Kate Middleton regresa a las grandes visitas de Estado: recibe a los Macron y se guarda un as en la manga

Los príncipes de Gales han acompañado al presidente francés y a la primera dama al Castillo de Windsor, donde se alojarán durante tres días y tendrán lugar los brillantes ceremoniales que caracteriza a la diplomacia de la realeza británica


8 de julio de 2025 - 12:38 CEST

Kate Middleton y el príncipe Guillermo, como herederos de la Corona británica, han sido los protagonistas absolutos de la primera imagen que se ha tomado de la visita de Estado que realiza el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, y la primera dama, Brigitte, del 8 al 10 del julio y que es histórica, ya que es el primer viaje de un jefe de Estado de la Unión Europea al Reino Unido desde el Brexit. Los príncipes de Gales, actuando en nombre del Rey, han esperado al mandatario extranjero y a su mujer en la base aérea de Northolt, al oeste de Londres, y de allí han puesto rumbo al condado de Berkshire, ya que, debido a las obras casi faraónicas del Palacio de Buckingham, el epicentro de la monarquía es el castillo de Windsor, donde les esperaban los reyes Carlos y Camilla para desplegar con los franceses toda la pompa y el brillo propia de la realeza británica. La princesa de Gales se incorpora así, después de atravesar un cáncer, a los actos de la máxima relevancia institucional. 

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Carlos III ha dejado en manos del príncipe Guillermo un importante papel, que ya había desempeñado en tiempos de Isabel II

Tres días, un recibimiento por parte de los príncipes de Gales, una procesión en carruaje con los Reyes y un brillante banquete de Estado en el espectacular castillo de Windsor: la que comienza este martes es una visita importante. Al margen de los asuntos a tratar, que van desde la cooperación militar hasta limar los tres años de tensiones que se arrastran desde la salida del Reino Unido de la Unión Europea, hay que señalar que esta es la primera visita de Estado de un presidente francés desde el año 2008, entonces Nicolas Sarkozy fue recibido por Isabel II; y también es la primera visita de Estado de mandatario europeo desde la coronación de Carlos III, lo que la convierte en un gesto de alto nivel diplomático. Eso sin olvidar que esta residencia real, que tiene un carácter más familiar y privado para los Windsor, no acogía una visita de Estado desde hace 11 años y está totalmente engalanado con la excepcional imagen de las banderas francesas ondeando junto a la Unión Jack. Aquellos que tengan buena memoria, recordaran a Donald Trump paseando por el castillo de Windsor con Isabel II, pero a esa visita no se le dio tratamiento de Estado, fue una visita oficial y, por tanto, no se desplegó el mismo ceremonial. 

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Esta es la primera visita de Estado de un mandatario europeo desde la coronación de Carlos III y también supone el regreso de la princesa de Gales a los actos de máxima relevancia institucional

La expectación ha sido máxima en torno a la base aérea de Northolt, una instalación de la Royal Air Force que está reservado para uso gubernamental, de hecho este fue el punto de llegada del féretro de la reina Isabel II en 2022 y es la que utilizan los miembros de la realeza británica, así como jefes de Estado y otras autoridades. Eso sin olvidar que las apariciones de Kate, que todavía se está incorporando de forma progresiva a la vida pública, siempre despierta una enorme expectación. Todo ello unido a que todavía no se ha confirmado si esta noche acudirá al banquete de Estado que se celebrará en el propio castillo y que supondría el regreso de la princesa de Gales a los encuentros que exigen tiara para las mujeres de la realeza, ya que no acude a un evento de este tipo desde finales del 2023, ya que el 2024 fue su annus horribilis.

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Este recibimiento de Estado es una oportunidad para proyectar el futuro de la monarquía británica

La decisión de que sean los príncipes de Gales quienes reciban a Emmanuel y Brigitte Macron a pie de pista es una señal cuidadosamente calibrada dentro de la jerarquía real. En la monarquía británica, los recibimientos en el aeropuerto por parte del monarca son excepcionales, así que es parte del protocolo que esta función se delegue, algo que también refuerza el papel de los herederos. Por otro lado, el príncipe Guillermo está plenamente consolidado como hombre de Estado, con una agenda internacional propia y una presencia creciente en los grandes asuntos del Reino Unido. Pero esta visita, como hemos dicho, es clave y sirve para afianzar aún más su perfil institucional en el eventual caso que el rey tenga que reducir su presencia pública, algo que ya ha sucedido en la historia reciente, puesto que Carlos III también está sometido a un tratamiento contra el cáncer. 

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Aunque el gesto es relevante, no es del todo nuevo. Durante la pandemia, cuando Isabel II y el entonces príncipe de Gales eran población de riesgo, fueron precisamente Guillermo y Kate quienes asumieron el protagonismo en los primeros actos presenciales. Uno de los más simbólicos fue en octubre de 2020, cuando recibieron al presidente ucraniano Volodímir Zelenski y a su esposa en el Palacio de Buckingham, en lo que fue la primera audiencia oficial celebrada tras el confinamiento. Aquel encuentro marcó el inicio de una nueva etapa para los entonces duques de Cambridge, que dieron un salto cualitativo en su papel institucional. Hoy, cinco años después, ese proceso de transición se consolida. La recepción a los Macron es, además de una cuestión de protocolo y el ceremonial que todos esperan de la realeza británica,  una puesta en escena cuidadosamente diseñada para proyectar el futuro de la monarquía británica.

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