Con algunos factores en su contra, principalmente los vínculos de su padre con el Caso Epstein y la crisis sanitaria, Beatriz de York consiguió celebrar con Edoardo Mapelli Mozzi una boda real con un carácter muy particular. Con el aval de la reina de Inglaterra y el duque de Edimburgo, la pareja se dio el “sí, quiero” en una íntima y discreta ceremonia de la que solo se compartieron seis fotografías firmadas por el fotógrafo Benjamin Wheeler y una de ellas era del ramo de novia sobre la tumba del soldado desconocido en la Abadía de Westminster… ¡Hasta ahora!
En las últimas horas en redes sociales está circulando una imagen de la nieta de la Reina y su ya marido saliendo de la espléndida y floreada Capilla de Todos los Santos, en lugar elegido para el enlace que se encuentra dentro de los terrenos del Royal Lodge en Windsor. Sin embargo, es una foto distinta (pero del mismo momento) a la que se compartió horas después del enlace con los medios de comunicación, ya que en ella se cuela un invitado que va vestido en un tono muy similar al del novio.
El vestido de novia de Beatriz de York: uno de los tesoros que esconde el armario de Isabel II
De momento se desconoce quién es el hombre que sale del templo inmediatamente después de los recién casados. La intriga es máxima puesto que nunca se llegó a compartir un listado oficial de invitados y los únicos con los que la pareja compartió protagonismo fueron los abuelos de Beatriz, la Reina y el príncipe Felipe. Desde el principio se supuso que debido a las restricciones sanitarias que impiden en el Reino Unido las bodas de más de 30 personas y el carácter discreto del evento, solo habían sido invitados los familiares más cercanos, al menos al menos a la capilla, puesto que a la recepción que tuvo lugar después en la casa familiar de los York parece que se unieron algunos amigos más.
Eugenia de York fue la única que compartió en sus redes sociales la felicidad por el enlace de su hermana con un mensaje que evidenciaba su presencia, de resto, los medios británicos publicaron que no faltaron los padres de los novios (el carácter discreto de la boda habría permitido por tanto al príncipe Andrés, prácticamente recluido desde el pasado otoño, estar a al lado de su hija mayor sin sufrir el asedio de la prensa por el tenso momento que atraviesa con la justicia estadounidense) y el hijo de 3 años que Edoardo Mapelli Mozzi tiene de su anterior relación, para el que se barajaba un papel especial en la boda.
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