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Isabel de Inglaterra realizó ayer una visita oficial no anunciada. El compromiso secreto lo era con motivo justificado: se daba cita en Thames House, la sede del servicio de inteligencia británico para la seguridad interna. La reina Isabel acudía a las instalaciones que albergan las actividades de espionaje interior de su reino, después de que “el gobierno decidiera negar tajantemente las acusaciones de que los dirigentes del MI5 no confiaban en el ministro del Interior Priti Patel y limitaban el intercambio de información”, según informó Daily Mail.
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De manera que la visita real no podía ser más oportuna. La soberana, que vestía para la ocasión un abrigo de color amaranto sobre un vestido de flores y un elegante sombrero a juego con un pequeño adorno floral con plumas, fue recibida en Thames House, la sede de la Inteligencia británica comúnmente conocida como MI5, por su director gerente Sir Andrew Parker. La reina Isabel conoció en su compañía el museo privado de la agencia, donde las exposiciones recuerdan las acciones de los agentes dobles Garbo y Tate durante la Segunda Guerra Mundial, que contribuyeron considerablemente a la desinformación nazi del lugar del Día D, el Desembarco Aliado, y por tanto al éxito de la operación.
Joan Pujol García, conocido por su nombre en clave británico de Garbo y por su nombre en clave alemán Alaric Arabel, fue un doble agente español que desempeñó labores de espionaje y contraespionaje durante el conflicto. Su papel fue determinante en la llamada en clave Operación Overlord de la batalla de Normandía, por lo que fue distinguido como Miembro de la Orden del Imperio Británico. Wulf Dietrich Christian Schmidt, más tarde conocido como Harry Williamson, era un ciudadano danés que se convirtió en un agente doble para Gran Bretaña contra la Alemania nazi bajo el nombre en clave de Tate. Participó en numerosas operaciones de engaño y contrainteligencia por las que es considerado como “uno de los siete espías que cambiaron el mundo”.
La reina Isabel también pronunció un breve discurso para agradecer a los hombres y mujeres del MI5 su arduo trabajo para garantizar la seguridad del país: “Siempre me sorprende la notable determinación con la que cumples con tu papel vital. No hay duda de que las amenazas y desafíos importantes aún están por venir. Pero cada vez que visité MI5, me impresionó cómo se adaptó a las amenazas cambiantes de nuestra nación. Ya sea que se enfrente a los nazis o la Guerra Fría, el terrorismo interno o la vigilancia cibernética, siempre ha demostrado el mayor compromiso con su lema: ‘Regnum Defende’ (Defensa del reino)”. Precisamente porque, por la naturaleza de su trabajo, la agencia actúa sin reconocimiento público, la soberana quiso concluir su intervención con un mayúsculo agradecimiento: “Así es que en nombre del país les doy a todos: Gracias”.
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