La reina Isabel acumula éxitos, además de años en el trono. Su último logro ha sido como viticultora. La monarca ha sacado al mercado su primera cosecha de vino espumoso, elaborado con uvas de sus propios viñedos en Windsor, y ha arrasado. Bastaron unos minutos para que las tres mil botellas, etiquetadas con la marca Windsor Great Park, que salieron a la venta online por medio de la página web Laithwaites, se agotaran.
Esta es la primera producción de la reina Isabel, que realizó la siembra de las viñas en 2011 en una plantación de siete acres y la recolección en 2013. El cultivo de las 16.700 vides de Chardonnay, Pinot Noir y Pino Meunier que fueron llevadas a bodega, donde pasaron dos años de maceración en la planta de fabricación de vinos, piscos y espumosos de la finca Ridgeview en Ditchling, East Sussex, poco duró en el mercado con un precio de 85 euros por una caja de tres botellas. Aunque a sus compradores se les recomienda que les dure bastante más en la despensa y que no lo beban antes de 2025.
Aquellos amantes del vino que no hayan podido hacerse con el codiciado espumoso de la Reina de Inglaterra, que se jacta de un aroma “delicado de brioche tostado, albaricoque y notas cítricas”, deberán esperar hasta el otoño próximo a la segunda remesa. Eso sí, la siguiente cosecha será más cara con un precio de 40 euros la botella. Y, en caso de perder esa oportunidad, no podrán tener en sus manos el Windsor Great Park antes de seis o siete años, para cuando se estima que la producción alcance las 20.000 botellas y mejore aún en calidad: “A medida que madura la viña, los vinos serán cada vez mejores”.
Por otro lado gracias a que la Reina produce todavía una pequeña cantidad de botellas de su vino, cada una de ellas es considerada un objeto de colección por los admiradores de la Familia Real británica, a lo que contribuye el sobrio diseño de su etiqueta azul con letras de oro. De hecho se cree que la mayoría de los compradores que agotaron las existencias on line adquirían el producto como inversión.
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Le sobran pues los motivos para brindar (y para hacerlo con Windsor Great Park) a la reina Isabel, que el próximo 6 de febrero hará historia al convertirse en la primera monarca británica con 65 años en el trono. Aunque su Jubileo de Zafiro es motivo de festejo para muchos, parece que la soberana prefiere no celebrar de manera extraordinaria la fecha en la que también se conmemora el doloroso aniversario de la muerte de su padre, el rey George VI, que falleció la madrugada del 6 de febrero de 1952, a los 57 años de edad y con sólo 20 en el trono.
