Asimismo, durante la emisión de aquella entrevista, Jonathan Dimbleby ya reconocía que existía una campaña para promover la imagen de Camila como Reina... Como esa esposa atractiva que hace feliz al Príncipe Carlos y "trabaja" cada día más en comunión con los ciudadanos británicos quienes han dejado de verla como la madrastra malvada de la historia. Dos años después de haber contraído matrimonio, existen personas que se muestran asqueadas ante la idea de que Camilla pudiera tener derecho algún día a llamarse Reina Camilla y no dudan en recordar a Baldwin cuando le dijo a Eduardo VIII durante la Crisis de Abdicación en 1936: "La dama con quien se casa el rey se convierte en reina. La reina pasa a ser reina del país. Por tanto, en la elección de la reina debe escucharse la voz del pueblo". Algunos británicos no quieren que Camilla sea reina porque la consideran culpable de la infelicidad de Diana. De haberle hecho realmente daño; por el estatus que mantuvo durante años como amante del príncipe sin mostrar vergüenza alguna. En cualquier caso, tenga o no el príncipe Carlos la intención de que su esposa se convierta en Soberana, y sin hacer referencia a la situación legal que en ese momento la ampararía como tal, no habría que dejar de tener en cuenta que fue la propia duquesa de Cornualles la que, desde antes de contraer matrimonio, se pronunció al respecto diciendo que no tiene intención de utilizar el título de reina consorte, tanto si tiene derecho a él como si no. Y que, el título no significa nada. Claro que las personas cambian.
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