La infancia de Kate fue la de una niña normal. Destacaba por su carácter extravertido y cordial. Cuentan sus compañeros de clase de infancia que participaba en todas las actividades de la escuela, que era una amante de los deportes y que era la clase de amiga a la que "podías contar un secreto". "Yo siempre supe que Kate tendría éxito en la vida, pero nunca pude imaginar que alguien que fuera contigo al colegio podría convertirse en la futura Reina de Inglaterra", comenta uno de sus antiguos compañeros.
Precisamente esa discreción ha sido la piedra angular de su relación con Guillermo. Kate jamás ha hablado sobre su relación con el hijo del Príncipe de Gales. Desde que hace más de dos años se la viera por primera vez compartiendo vacaciones de invierno con Carlos de Inglaterra y sus hijos en la estación suiza de Klosters, la discreción ha sido absoluta, tanto por su parte como por la de su familia y allegados. El único que ha roto la tónica ha sido el abuelo de la joven, que inocentemente ha comentado lo feliz que le hace que su nieta y el príncipe "estén enamorados". La otra abuela, la Reina, también ha hablado, aunque de forma no oficial.Según aseguró un funcionario real a uno de los tabloides británicos, "está satisfecha de ver a su nieto tan contento con Kate".
Tú a la City, yo a la galería
Con todo, la pareja se encuentra a punto de dar un paso más en su relación haciendo su primera aparición juntos en un acto oficial, algo que ya podría estar preparando. Además, según ha trascendido en la prensa inglesa, Guillermo y Kate estarían buscando una nueva casa en el barrio londinense de Chelsea, frente al río Támesis. Aunque esto sería más adelante. Por ahora, ambos se quieren centrar en sus obligaciones profesionales. De esta forma, mientras Kate busca trabajo en una galería de arte londinense, Guillermo ha hecho prácticas en los campos de Chatsworth House, una de las propiedades de los duques de Devonshire, situada al Sur de Inglaterra; ha comenzado a trabajar en el banco HSBC, en el centro financiero de Londres, según ha confirmado Clarence House, residencia oficial del príncipe Carlos. El primogénito del Príncipe de Gales pasará unas tres semanas en la institución bancaria, sobre todo en la división de servicios para organizaciones de beneficencia, tras lo cual visitará también otras empresas.
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