La leyenda de la corona que acompañará el féretro de la Reina Madre

Por hola.com
A sus propietarios varones les hacía infelices
La gema era símbolo del poder de un imperio y aquel que la poseyera reinaría en todo el mundo. Fue reclamada por la mayoría de los países, incluidos Pakistán, Irán y la India. Muchos de sus postores, sin embargo, fueron sorprendidos por un dramático final. Y es que, desde el siglo XIV, esta piedra ha estado vinculada al asesinato y la barbarie. Por eso, ha transcendido a lo largo de los años que mientras que la Montaña de Luz daba buena suerte a las mujeres a sus propietarios varones les hacía infelices.

Tras derrotar al Sha Nadir, Lord Dalhousie se hizo, en 1849, con la fascinante gema, como gesto de la sumisión india al dominio imperial inglés. Dalhousie escribió en una de sus cartas a la reina Victoria: "The Koh-i-Noor puede ser recordada como un símbolo histórico de la conquista en India y al gobernador general le encantaría que la piedra descansara en su corona real".

Sin embargo, tan supersticiosa era la reina Victoria, que durante su gobierno la gema fue expuesta en el Gran Palacio de Cristal, en Londres, y a su muerte dejó escrito en su testamento que jamás pasara a manos de un Rey reinante. Años después, el diamante Koh-i-Noor se convirtió en la piedra central de la corona de la reina Mary.