Después de emitir aquel grito desgarrador, casi inhumano, en Balmoral, cuando le comunican la noticia de la muerte de la Princesa de Gales, el príncipe recoge el testigo de Diana... Y, ahora, ríe y abraza a sus hijos, Guillermo y Enrique... Baila sin miedo a ser espiado, habla sin temor a descubrir emociones y sentimientos. Como si lo descubriera todo por primera vez
)
)
)
)
)
)
