La reina Máxima y su hija mayor, la princesa Amalia, finalizan este jueves su periplo por Nueva York, con motivo de la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que se ha convertido en un auténtico cónclave de Reyes y Reinas y donde han coincidido con Felipe VI, Matilde de Bélgica y Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. Antes de volver a casa, madre e hija han participado en una reunión en el mítico Hotel Plaza de la ciudad de los rascacielos, donde la princesa de Orange ha presumido de piernas como nunca.
La princesa Amalia apareció con un vestido azul oscuro de punto canalé por encima de la rodilla que complementó con bolso y botas altas en color cuero, una imagen de alto impacto y muy a la moda, pues su elección estilística es una de las tendencias de la temporada. También su madre sorprendió con un jumpsuit de tweed a juego con una chaqueta corta en blanco y amarillo. Madre e hija acudieron a un encuentro organizado por la empresa Bloomberg, a la que asistieron su fundador, Michael Bloomberg, y Bill Gates, entre otras personalidades.
Otra de las imágenes del día fue la de la Reina holandesa y su hija por Times Square, en el corazón de Manhattan, para ir a su cita. Entre las pantallas de neones, los taxis amarillos y el bullicio de la ciudad que nunca duerme, caminaron por las calles generando expectación. Una vez en el hotel, la princesa Amalia hizo fotos con su móvil y tuvo oportunidad de charlar con algunos de los asistentes.
Este viaje a Estados Unidos ha supuesto todo un aprendizaje para la princesa de Orange. Ha estado presente en todos los actos para supervisar y tomar nota de la labor de su madre, todo un referente en el mundo de la realeza. Este no será el único viaje oficial internacional de este otoño. A principios de octubre viajará con sus padres para estar presente en la abdicación de Enrique de Luxemburgo y en los actos de entronización del príncipe Guillermo como Gran Duque. En el pequeño país coincidirá con Elisabeth de Bélgica.