La futura Reina de Holanda ha retomado su agenda de trabajo después de los meses de verano en los que ha disfrutado con su familia de las ya tradicionales vacaciones en Italia y posteriormente, acompañada de su marido, el príncipe Guillermo, del grandioso espectáculo de los Juegos Olímpicos de Pekín para apoyar a los deportistas holandeses participantes. Tal y como nos tiene acostumbrados en cada una de sus apariciones públicas, la [princesa Máxima] ha reanudado su agenda oficial con una amable y franca sonrisa, las pilas bien cargadas y sin el menor rastro de depresión posvacacional.
El primer acto oficial de la Princesa en este nuevo curso ha sido la inauguración de las nuevas instalaciones del centro vecinal De Nieuwe Jutter en Utrecht, dedicado a ofrecer todo tipo de servicios a los habitantes de la zona como cursos de holandés para inmigrantes, comedor social o actividades para los niños. Hace dos años estuvo amenazado de desaparecer por una remodelación del barrio pero tanto la movilización de los vecinos y el apoyo de la iniciativa por parte del Ayuntamiento de Utrecht han conseguido no sólo mantener el centro sino rehabilitarlo.
El centro está dirigido por los propios vecinos que son los que organizan las actividades: un grupo de voluntarios trabaja los siete días de la semana en las diversas iniciativas como competiciones de cartas, reuniones con padres marroquíes y turcos, apoyo a las mujeres inmigrantes, clases de refuerzo para los niños con peores resultados escolares o todo tipo de actividades para jóvenes. La Princesa ha visitado las instalaciones y, como siempre, ha charlado informalmente con los usuarios del centro que en ese momento estaban preparando la comida social, jugando a las cartas o echando una partida de billar. La Princesa no ha dudado en coger un taco de billar y tirar un par de tacadas.
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