África: destino de moda de la realeza europea

Los Príncipes de Holanda planean comprarse una residencia en Inhaca, al sudeste de Mozambique

Por hola.com

El continente negro se está convirtiendo en habitual destino de guardia de cronistas reales. Es frecuente ver por la sabana africana en estos tiempos a numerosas testas principescas: al príncipe Guillermo de Inglaterra, un enamorado de sus grandes puestas de sol, de la naturaleza viva de los safaris y las selvas, así como de sus gentes; a su hermano pequeño, el príncipe Harry, que regresa a menudo por los atributos del lugar, por su cruzada humanitaria y por imposiciones del corazón -su novia, Chelsy Davy es sudafricana-; y a varios miembros de la Familia Principesca monegasca. No en vano, un pedazo del corazón del príncipe Alberto también pertenece a África -su novia, la nadadora profesional y bicampeona del mundo Charlene Wittstock nació en el continente africano-, y los Príncipes de Hannover y su familia tienen residencia allí, Shela House, una preciosa casa de paredes blancas, que se levanta sobre el mar, a orillas del Océano Índico, en el archipiélago de Lamú, la ciudad más antigua de Kenia.

Y pronto se unirán al clan real los Príncipes de Orange, con sus hijas las princesas Amalia, Alexia y Ariane. Tras un tiempo buscando el lugar idóneo para su casa de vacaciones, los Herederos de Holanda han decidido adquirir finalmente una casa en Inhaca, una isla al Sudeste de Mozambique. Así lo ha confirmado Jaap Leeuwenburg, secretario personal del Príncipe, a preguntas de la periodista Barbara Rijlaarsdam, del diario NRC Handelsblad. La embajada holandesa en Mozambique también ha confirmado a través de un portavoz estar "al tanto de las gestiones", pero remite a la Casa Real para informaciones más detalladas.

Un ejemplo para las familias de Europa
El Heredero está interesado en comprar una casa en la zona de Ponta Torres, el enclave más al sur de la isla Inhaca. En estos momentos se están desarrollando un importante proyecto inmobiliario en la zona con vistas al turismo y que engobla un hotel de cinco estrellas, 220 viviendas de lujo e instalaciones de todo tipo como supermercados, hospital y diversas tiendas. El proyecto está calificado de ecológico por lo que contará con un innovador sistema de reciclaje de basuras o purificadores de agua, aspecto que a buen seguro habrá tenido en cuenta el Príncipe, reputado experto en materia de consumo responsable del líquido elemento. Los tres criterios de la búsqueda fueron: que fuera un lugar seguro, en el que se pudiera mantener la intimidad familiar, y finalmente que tuviera mar. Los potenciales compradores de viviendas en la zona pueden elegir entre cuatro tipos diferentes de casas, que en cuanto a superficie van desde los 124 hasta los 155 metros cuadrados. Se estima que el precio de las casas estaría entre los 100.000 y los 150.000 euros.

No van a ser los únicos en comprar una casa allí. Se ha confirmado que varios amigos europeos (sin especificar) de la pareja comprarán una casa en el mismo sitio. El objetivo de comprar una casa en África es doble: por un lado encontrar la privacidad necesaria para disfrutar de las vacaciones y en segundo lugar que la población de la zona se beneficie de la presencia de los Príncipes gracias al efecto de promoción que se va a producir. Además como el proyecto inmobiliario va a contar con un hotel, cinco escuelas y un edificio común para todos los residentes se estima que se va a producir un florecimiento de la economía y del empleo local. Además los Príncipes esperan que su decisión de situar su lugar de descanso en África sirva como ejemplo para otras familias europeas para que apuesten por el continente africano como destino vacacional. Los Príncipes también han hecho saber que cuando sus tres hijas sean algo más mayores quieren que se relacionen con la población local. De ese modo, opinan los Herederos, las niñas conocerán de primera mano la importancia y riqueza de la diversidad social y cultural. Todo un ejemplo de que placer no está reñido con responsabilidad.