La princesa Amalia cautiva a los holandeses

Por hola.com

La princesa Amalia se ha convertido en la verdadera reina de la comparecencia de los Orange, con motivo de la presentación en sociedad de la princesa Alexia, la benjamina de la familia. Con su preciosa cara regordeta, sus ojos achinaditos y una melena mucho más rubia, la primogénita de los príncipes Guillermo y Máxima de Holanda acaparó todos los flashes durante la sesión fotográfica que tuvo lugar en Villa Eikenhorst, la residencia familiar en Wassenaar.

Unas tiernas y bellas imágenes que constituyen un pequeño testimonio de la felicidad de los Príncipes de Orange tras el nacimiento de su segunda hija y del gran cambio físico -de bebé a niña- de la princesa Amalia. En ellas, el príncipe Guillermo y la [princesa Máxima] mostraron al mundo, felices y orgullosos, a sus dos pequeñas: a Amalia, que está viviendo con cierto recelo la llegada de su hermana, y a la recién nacida, que vivirá este verano las primeras vacaciones estivales de su vida con apenas dos meses de edad.

Los celos de la princesa Amalia
Tras el nacimiento de Alexia, la princesa Amalia parece no haber encajado muy bien la llegada de su hermana menor a la familia. Según ha confesado la princesa Máxima, quien ha aparecido por primera vez tras dar a luz ante las cámaras, mostrando ya un aspecto muy mejorado y vestida con un veraniego pantalón y camisa blanca, su primogénita Amalia se muestra "celosa", ya que debe repartir el cariño de sus padres con Alexia. Sentimiento natural si tenemos en cuenta que la pequeña princesa ha sido hija única durante año y medio.

"No le ha hecho ninguna ilusión", declaró la Princesa y el príncipe Guillermo Alejandro agregó en tono jocoso que tienen que cerciorarse de que las uñas de la princesa Amalia no estén demasiado afiladas. Durante la sesión fotográfica, la pequeña se mostró inicialmente tímida y algo malhumorada por la atención que los medios dedicaban a su hermanita, pero una vez cogió confianza comenzó a mostrarse más y más curiosa arrastrándose hacia los fotógrafos, mientras la princesa Alexia permanecía dormida en brazos de su madre.