Hoy 17 de julio Felipe de Marichalar cumple 18 años. Alcanza la mayoría de edad, que a efectos legales otorga poderes: votar, sacarse el carné de conducir, trabajar… La vida sale al encuentro del nieto mayor del rey Juan Carlos y la reina Sofía, cuarto en la línea de sucesión al trono de España y Caballero Divisero Hijodalgo del Ilustre Solar de Tejada, que deja de ser infante, para convertirse, sencilla y llanamente, de niño a hombre. Pippe, como le llaman sus seres queridos, recorrió mundo a edad temprana y asistió a algunos de los acontecimientos de la gran familia de la realeza como al bautizo de Constantine Alexios de Grecia en la Catedral de Santa Sofía en Londres

Mientras Jaime de Marichalar lleva al pequeño Felipe en sus brazos, la infanta Elena, una madre siempre pendiente de sus niños, se preocupa de que esté perfectamente

Felipe de Marichalar ha estado marcado por sus apellidos. Para bien y para mal. Sus dieciocho no han sido como los dieciocho de cualquier otro joven desde aquel feliz 17 de julio de 1998 en el que convirtió en padres primerizos a los Duques de Lugo y en abuelos por vez primera a los reyes Juan Carlos y Sofía. Ni las oportunidades serían las mismas, ni tampoco la repercusión de sus actos se medirían con el mismo rasero.

Felipe de Marichalar, que dicen que es el nieto predilecto del rey Juan Carlos, como apuntan también las muchísimas instantáneas de gestos cariñosos entre ambos, en su primera onomástica del rey Juan Carlos.

Los Duques de Lugo visitaron la ciudad de su título por el primer cumpleaños del pequeño Felipe de Marichalar

Felipe de Marichalar siempre fue un niño muy curioso

Felipe de Marichalar se convirtió pronto en protagonista de los posados familiares

Felipe de Marichalar hizo las delicias de la Familia Real española y de todos los españoles, que le proclamaron el nieto más carismático de los reyes Juan Carlos y Sofía. Ahora, a sus dieciocho, el hijo mayor de la infanta Elena valora más que nunca su intimidad y se cuida mucho de dar fácil acceso a su vida, por lo que a su fiesta de la mayoría de edad, el evento del verano, tendrá exclusiva invitación su íntimo círculo de amistades, los amigos de siempre y un grupo de gente sana y discreta con quien sale a algunos de los locales de moda y sus discotecas favoritas de la capital.

El pequeño Felipe, de la mano de Jaime de Marichalar, fue a conocer a su hermana, Victoria Federica, al día siguiente de su nacimiento en el hospital Rúber. Su hermana, muy distinta a Felipe, ha sido siempre su mejor apoyo en cambio

El sobrino más inquieto de los reyes Felipe y Letizia tuvo un papel protagonista como paje en la boda de los entonces Príncipes de Asturias

Felipe de Marichalar ha protagonizado momentos geniales a lo largo de estos años, y en cada cabalgata de los Reyes Magos, donde ha dado sobradas muestras de ingenio para recoger los caramelos al vuelo

Felipe de Marichalar, en la imagen sobre una motocicleta, tal vez pruebe a sacarse el carné de conducir, uno de esos 'poderes' que otorga la mayoría de edad

Felipe de Marichalar, 'capitán' de los primos, en los días de verano en Mallorca con los Urdangarin

Victoria Federica de Marichalar, muy distinta a Felipe, siempre ha sido en cambio el mejor apoyo para su hermano

La unión entre padre e hijo hecha imagen. Felipe de Marichalar se enfrentó a la isquemia cerebral de Jaime de Marichalar, allá en los albores del milenio, cuando apenas tenía tres años. Vivió en su más tierna infancia el sufrimiento de sus padres ante la enfermedad, así como el esfuerzo, el tesón y finalmente la esperanza de recuperación, mientras don Jaime recibía tratamiento especializado en una clínica de rehabilitación de Nueva York, ciudad donde toda la familia comenzó una nueva etapa.

La decisión del cese temporal de la convivencia de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, que desembocó en divorcio en 2010, después de más de dos años de separación de hecho, afectó especialmente a Felipe de Marichalar, que en aquellos años se adentraba en la pubertad

Felipe de Marichalar deja de ser el niño para ser todo un hombre. Ha regresado de Estados Unidos visiblemente cambiado: más alto (a punto de sobrepasar a su madre), más fuerte..., pero aún conserva igual de aniñado el rostro. Ahora disfruta en casa de las merecidas vacaciones, especiales como ningunas otras por el éxito académico y por el aliciente añadido de cumplir la mayoría. No faltará fiesta por todo lo alto, ni ganas de celebración con la familia y con los amigos. No ha trascendido dónde será exactamente (si es), aunque se ha especulado de todo: una discoteca de su gusto, una casa de un amigo de la familia, el exclusivo club de Puerta de Hierro, incluso Zarzuela.

El que ha sido el niño real con más presencia en la prensa se ha hecho un hombre al cobijo del anonimato, tras la instrucción del último año en un colegio de disciplina militar de Estados Unidos (Virginia). A lo largo de este año, dicen que aconsejado por la reina Sofía, Felipe de Marichalar ha sido uno más entre los demás, sin distingos de sangre ni de clase, y ha estado libre de la presión mediática, lo que ha marcado la gran diferencia.

Terminada la fiesta por su mayoría de edad, no concluirá la diversión. Pasará el resto de la temporada estival entre Mallorca, con su madre, la infanta Elena, y su hermana, Victoria Federica, y Sotogrande, con su padre, Jaime de Marichalar. Y, a la vuelta de las vacaciones, cuando septiembre empiece, regresará a Estados Unidos para acabar sus estudios de Bachillerato, lo que aún no tiene claro es si también cursará la carrera en una prestigiosa universidad norteamericana o en España, pero las informaciones que circulan es que los que bien le quieren prefieren que sea bien lejos del acoso de la prensa.