La reina Letizia se desplazó este martes hasta Tudela (Navarra) para rendir homenaje a Alejandro Amenábar, uno de los grandes nombres del cine español. Doña Letizia sorprendió con su look, compuesto por pantalones blancos, suéter verde y blazer de cuadros. Uno de los complementos que más sorprendió fue su bolso de lana de oveja guirra, una raza de la Comunidad Valenciana que se encuentra en peligro de extinción. Además, la Reina llevó por primera vez un solitario de diamante que pasó casi inadvertido.
Doña Letizia no suele llevar colgantes, ni collares. En esta ocasión, el jersey le tapaba el que eligió, motivo que hizo que esta nueva joya pasara casi desapercibida. Se trata de una cadenita muy pegada a la garganta realizada en plata, oro blanco o platino con un solitario montado en cuatro garras. Una joya elegante y discreta, pero con un punto de distinción y muy de tendencia. Las otras joyas de la Reina fueron su anillo de Coreterno que lleva siempre en el dedo índice y que no se quita y los pendientes de Gold&Roses con forma de doble daga.
En su día a día, la Reina suele llevar pendientes y su inseparable anillo, pero prescinde de reloj, pulseras y cualquier otro tipo de piezas. Es en las grandes ocasiones, cuando hay cenas de Estado, cuando doña Letizia abre el joyero real para ponerse las joyas de pasar, reservadas a las Reinas de España, o pendientes importantes de su colección personal.
Este miércoles por la noche, tendremos oportunidad de ver a doña Letizia ponerse alguna de las diademas de la monarquía española y quizá lleve alguna pulsera, broche o pendientes de gran valor económico e histórico con motivo del banquete de Estado en honor al presidente de Alemania y la primera dama.
La princesa Leonor y la infanta Sofía, también son bastante austeras en cuestiones de joyas. La heredera al trono suele lucir piezas con diseños modernos y juveniles, mientras que su hermana no lleva pendientes, pero si se ha atrevido con brazaletes.










