Tres semanas después de acudir al funeral del papa Francisco, ya hay fecha para el regreso de los reyes Felipe y Letizia al Vaticano, el 18 de mayo. El próximo domingo, el monarca y su esposa estarán presentes en un momento histórico para la iglesia católica: la misa con la que comienza oficialmente el pontificado de León XIV, quien fue elegido el 8 de mayo como el Papa número 267 tras un cónclave breve, de poco más de 24 horas de duración.
Los Reyes encabezarán la delegación española, cuyos miembros aún están por confirmar. Estarán presentes en la plaza de San Pedro, donde se llevará a cabo la multitudinaria misa de entronización al aire libre que comenzará a las 10 de la mañana. Se espera que esta cita congregue a unas 250.000 personas, por eso se está organizando un importante dispositivo de seguridad compuesto por más de 5.000 agentes de seguridad de diversos cuerpos, así como soldados.
Se da la circunstancia de que Robert Prevost, el nuevo líder de la iglesia católica, tiene raíces españolas por parte materna. Curiosamente, el pasado mes de septiembre visitó nuestro país, concretamente la casa natal de Santa Teresa de Jesús en Ávila, donde recuerdan ese encuentro como un momento "muy entrañable".
Además de la Casa Real española, se espera que jefes de Estado y Gobierno, así como líderes mundiales acudan a la misa con la que oficialmente arranca el pontificado del primer Papa estadounidense, un misionero agustino que ha vivido durante cuatro décadas en Perú. Ya ha confirmado su asistencia el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo y hermano menor de Carlos III, quien es el jefe supremo de la Iglesia Anglicana.
El Papa es una figura única en el mundo, porque combina dos roles muy distintos. Como líder religioso, es el máximo representante de la Iglesia Católica, con autoridad espiritual sobre más de mil millones de fieles. Pero también es jefe de Estado, ya que gobierna sobre la Ciudad del Vaticano, el país más pequeño del mundo. Este doble papel le otorga una influencia excepcional en temas morales, sociales y políticos. De hecho, el Papa recibe a mandatarios de todo el mundo y a veces actúa como mediador en conflictos internacionales. Es por eso que los eventos vaticanos, como la Gran Misa, suelen tener tanta presencia de líderes globales.
Por el momento se desconoce si doña Letizia hará uso del 'Privilegio del blanco', una excepción del protocolo del Vaticano para la realeza católica que permite vestir de blanco ante Su Santidad. Solo lo tienen la Reina y cinco royals más: doña Sofía, Paola y Matilde de los belgas, Charlene de Mónaco y la Gran Duquesa de Luxemburgo, María Teresa. Este privilegio simbólico de pureza, inocencia y paz es una deferencia para las citadas Casas Reales por haber mantenido su fidelidad a la Iglesia Católica.
Los próximos pasos del Santo Padre
La agenda de Robert Prevost tiene otros actos importantes tras la citada misa. Dos días después irá a la Basílica de San Pablo Extramuros para visitar la tumba de San Pablo y una jornada más tarde tendrá lugar su primera audiencia general. Además, el 25 de mayo celebrará en la Basílica de San Juan de Letrán la misa de entronización en la Cátedra Romana como Obispo de Roma y al terminar se trasladará a la basílica de Santa María La Mayor, donde estuvo en sus primeras horas tras ser elegido para rezar ante la tumba de su antecesor y amigo. El último día de mayo ordenará a nuevos sacerdotes en San Pedro.