Este sábado don Felipe se traslada hasta el sevillano estadio de La Cartuja para presidir el final de la Copa del Rey, disfrutar del partido desde uno de los plazos y entregar al equipo ganador este premio que tiene más de un siglo de historia. El encuentro, uno de los acontecimientos deportivos más esperados por la afición, tiene como protagonistas al Valencia CF y el Real Betis Balompié, club que tiene una estrecha vinculación con la Familia Real española. Estos lazos se remontan a la abuela del actual jefe del Estado, doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, reconocida bética. Hasta su fallecimiento el 2 de enero de 2000, la esposa del conde de Barcelona siempre mostró gran simpatía por el equipo verdiblanco, recordemos por qué.
La centenaria entidad verdiblanca recibió el título de equipo Real de manos de Alfonso XIII pero fue la madre del rey Juan Carlos quien estrechó los lazos de Casa Real con el club cuando vivió en Sevilla, a escasos metros del estadio del club, en la Avenida de la Palmera número siete. La condesa de Barcelona fue poco a poco cogiendo cariño al equipo hasta convertirse en una de sus más grandes aficionadas. El día de la boda de su nieta la infanta Elena de Borbón y Jaime de Marichalar en la Catedral de Sevilla, la multitud al pasar la aplaudía gritando “bética”, en agradecimiento a su devoción por el equipo. Daba la casualidad que al día siguiente del enlace el Real Betis jugaba en casa un partido de Liga contra la SD Compostela.
En febrero de 1963, siendo presidente del club Benito Villamarín, se celebró en Lisboa un encuentro amistoso contra el Sporting. En aquel entonces los condes de Barcelona estaban exiliados en el país vecino y el equipo no dudó en visitar su residencia Villa Giralda en Estoril, para presentar sus respetos a Don Juan y Doña María de las Mercedes antes del encuentro y entregarle un ramo de flores en agradecimiento a su cariño. Por petición del propio equipo, Doña María presenció el partido desde el palco presidencial junto a las autoridades lusas.
El 19 de marzo de 1995, la madre del rey Juan Carlos, ya aquejada de problemas de salud y en silla de ruedas acudió al estadio Benito Villamarín, sede de su equipo, para recibir la medalla de oro y brillantes del Betis, la máxima distinción del club y presenciar el encuentro que ese día jugaba el equipo contra el Compostela. Fue el entonces consejero delegado Manuel Ruiz de Lopera, quien le entregó la insignia. La madre del rey Juan Carlos llegó acompañada de la Marquesa de Tablantes, su doncella y el coronel Luis Fernández Mesa que acudió junto a su esposa. La tremenda ovación que recibió del público aquel día todavía hoy se recuerda entre los aficionados, tanto como su contagioso entusiasmo aquel día. Por su delicado estado de salud, estaba previsto que la condesa de Barcelona abandonara el estadio en el descanso pero se quedó hasta diez minutos antes del final, marchándose con un balón firmado por los jugadores entre los brazos y pidiendo que se le enviara una foto de su anterior encuentro en Estoril con el equipo.
Cuando el club bajó a segunda en 2009, su hijo el rey Juan Carlos confesó: "Menos mal que mi madre no lo ha visto, porque lo hubiera pasado realmente mal", se lo dijo al entonces presidente de la Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela, que también era un gran aficionado al Betis. Ella ya no está pero tanto su hijo el rey Juan Carlos, como su nieto el príncipe Felipe, han recordado y compartido siempre con cariño su misma devoción por el fútbol, una pasión que el Rey Felipe VI está transmitiendo también a sus hijas. En 2016 los Reyes Felipe y Letizia celebraron su duodécimo aniversario acudiendo a ver la final de la Copa del Rey, que aquel año fue triunfo del FC Barcelona frente al Sevilla y 2019, cuando el rey Felipe VI acudió al estadio Benito Villamarín para presidir la final de Copa que disputaron aquel año el Valencia y el FC Barcelona, el club verdiblanco le regaló la foto original de su abuela en el campo, rodeada por los jugadores del equipo y tocando con orgullo la máxima distinción del club ya colocada sobre la solapa de su chaqueta azul.
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