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La ocasión lo merecía y doña Letizia ha aprovechado la fastuosa ceremonia de entronización de Naruhito de Japón para echar el resto con su look. La Reina ha causado impresión con un vestido con estampado floral de la diseñadora Matilde Cano, pero la joya de la corona -literalmente- se encontraba en su cuello ya que la esposa de Felipe VI decidió rescatar del joyero real un lujoso y exclusivo collar de chatones que perteneció a la reina Victoria Eugenia, una amante de estas piezas elaboradas a partir de un brillante engastado en oro blanco.
Es la primera vez que doña Letizia lleva una de estas joya, a diferencia de doña Sofía que sí lo lució en más de una ocasión. Se trata de un regalo de bodas que Alfonso XIII realizó a su esposa. El collar, de la firma Ansorena, estaba compuesto por 30 chatones y valorado por aquel entonces en 175.000 pesetas, siendo el presente más valioso del enlace. Con el tiempo la pieza fue incrementando su valor ya que cada vez que el Monarca le haciá un regalo a Victoria Eugenia añadía un diamante hasta que era tal su longitud, que su portadora le acabó dando dos vueltas.
Finalmente la abuela de don Juan Carlos dividió la joya en dos partes, una más larga que dejó en herencia a su hijo don Juan y que formaba parte del lote conocido como 'joyas de pasar' y otro más pequeño que le correspondió al infante don Jaime. Aunque en un principio solo el grande estaba en el joyero real, en 1977 la segunda esposa dle infante don Jaime, Charlotte Tiedemann, subastó la pieza en Ginebra y acabó en manos de un joyero madrileño, que lo adquirió por más de 18 millones de pesetas. El círculo se cerró en 1982 cuando la Casa Real compró el collar que volvió a manos de los Reyes. El tamaño de la pieza que luce doña Letizia hace pensar que se trata precisamente de la más corta.
Junto a este histórico collar, la Reina ha completado su look con otras joyas como unos pendientes de diamantes y esmeraldas que pertenecen a la Reina Sofía y que ya ha lucido en más de una ocasión. Tampoco ha querido renunciar a su anillo artesanal de Karen Hallam al que acompaña con una pulsera de diamantes a juego. Además, ha sorprendido con una favorecedora diadema firmada por la sevillana Nana Golmar.
Don Felipe y doña Letizia se han encontrado en el Palacio Imperial de Japón, donde ha tenido lugar la tradicional ceremonia de entronización del emperador Naruhito, con los jefes de Estados de más de 190 países, entre los que se encontraban Carlos de Inglaterra, Guillermo y Máxima de Holanda, Felipe y Matilde de los Belgas, Federico y Mary de Dinamarca, además de diversos representantes gubernamentales de América, África, Asia y Oceanía.
Los reyes en la entronización de Naruhito de Japón
El impresionante desfile de invitados en Japón
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