El brazalete de la reina Victoria Eugenia deja la realeza española por 2,71 millones de euros

"Es la segunda pulsera firmada por Cartier más cara de la historia", dijo el director de Sotheby's para Europa y Oriente Medio, David Bennet

Por hola.com

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El histórico brazalete de exquisitas perlas rosáceas iridiscentes y diamantes que perteneció a la reina Victoria Eugenia (1887-1969), esposa del rey Alfonso XIII de Borbón y abuela del rey Juan Carlos, abandona la realeza española por 3,27 millones de francos suizos (2,71 millones de euros) tras haberse vendido en una subasta de la firma Sotheby's.

La joya, propiedad de un pariente sin precisar del Rey de España, según la información ofrecida por la casa de subastas, ha sido adquirida por otro comprador anónimo, un "coleccionista privado europeo", que aprobó la transacción por teléfono. La pieza partió por más del doble de su estimación media original, que se valoraba entre 620.000 y 1,08 millones de euros, y se ha convertido en la segunda pulsera firmada por Cartier más cara de la historia, dijo el director de Sotheby's para Europa y Oriente Medio, David Bennet, minutos después de finalizado el evento.

Encargo de la propia Reina
El brazalete de la reina Victoria Eugenia, diseñado por Cartier a finales de los años veinte, fue la joya estelar de una concurrida velada que clausuró la venta otoñal de la casa de subastas en un lujoso hotel de Ginebra, a orillas del lago Lemán. Se esperaba. Y es que la pulsera debe su celebridad a una combinación de factores históricos (haber sido muy probablemente encargada por la misma Reina, que la incorporó a su colección personal, y haber permanecido desde entonces entre sus descendientes) y a su valor artístico, realzado por la finura de cada uno de sus elementos.

Sotheby's la ha considerado como una de las piezas más importantes creadas por el reputado diseñador francés en el período de entreguerras y que se diferencia de sus modelos habituales durante ese periodo, caracterizados por la presencia de dos o tres piedras preciosas de distintos colores. Las catorce perlas de conchas ovaladas del brazalete que adornó la muñeca de quien fuese Reina de España -nacida en Escocia como princesa Ena de Battemberg, nieta de la reina Victoria de Inglaterra- impresionan por la llama natural que parece desprenderse de su estructura y encuentran asidero en una base de diamantes. Ambas gemas se unen para formar una parra que se completa con diminutos granos y líneas de esmalte negro que crean un efecto de sombra, todo lo cual hizo de ésta la pieza engastada más espléndida de la subasta. Reinar seguirá reinando, pero a partir de ahora en otro nuevo joyero.