Una vez concluida su visita oficial a Ceuta y Melilla, el rey [don Juan Carlos] ha volado hasta Santiago de Chile con motivo de la XVII Cumbre Iberoamericana.
Una vez en el aeropuerto, donde fue recibido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien había aterrizado media hora antes, el monarca destacó la 'gran ilusión' e 'interés' que le despierta este acontecimieto cultural, social y político. Además, afirmó sentir 'una especial alegría' por poder pisar nuevamente 'esta espléndida tierra' chilena. Chile es, en esta ocasión, el país anfitrión del acontecimiento. El Rey ha viajado en esta ocasión solo, sin doña Sofía, ya que, según han informado fuentes gubernamentales, la Reina sufre un 'proceso gripal'.
Un gran desafío Nada más bajar del avión de la Fuerza Aérea Española, don Juan Carlos aprovechó la ocasión para subrayar que la cohesión social -uno de los lemas de la Cumbre- supone 'un desafío y una ambición' para cada uno de los veintidós países que integran la Comunidad Iberoamericana. Por último, el Rey quiso destacar el 'magnífico trabajo' que viene realizando en los últimos tiempos la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en quien radica, según don Juan Carlos, una de las principales garantías de éxito de la Cumbre. «Un éxito al que queremos contribuir todos los países de la Comunidad Iberoamericana, guiados por la común voluntad de avanzar hacia el mayor bienestar de nuestros pueblos», concluyó el Monarca.
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