Sigilosamente y sin avisar, la Princesa de Asturias asistió ayer al almuerzo privado que los Reyes de España ofrecieron al Rey de Arabia Saudí, Abdullah Bin Abdulaziz Al Sau, en el palacio de la Zarzuela. Con la melena recogida, que no se ha cortado, y un conjunto de chaqueta roja y falta de vuelo estampada, la Princesa de Asturias ha empezado a recuperar el pulso de lo que será su agenda oficial tras la vuelta del verano.
Cuando no se han cumplido todavía los dos meses de baja por maternidad y vive pendiente del reloj para que no se le pase la toma de la infanta Sofía -una pequeña tragona que come cada hora y media-, [doña Letizia] ha reaparecido tras los muros de palacio para poder conocer al Monarca, antes de que éste se dirigiera al Palacio de El Pardo, donde los Reyes y el príncipe Felipe le despedirían con todos los honores.