Doce meses cargados de curiosidades y anécdotas

Por hola.com

-La decisión del nombre fue posterior al parto, justo cuando los Príncipes conocieron el sexo de la recién nacida. No fue hasta un par de horas después del nacimiento de la pequeña, cuando se hizo público que [se llamaría Leonor], para poder registrar así los dominios en internet con su nombre. El Centro de Comunicaciones e Informática reservó a la futura Heredera varios espacios en la red: leonordeborbon, infantaleonor, princesaleonor y reinaleonor en todas sus extensiones comerciales, '.com', '.net', '.org', '.biz', y '.info'... Sin embargo, la Casa Real ha tenido que resignarse ante los "blogs". Ya existen "leonordeborbon.blogspot.com" y "princesaleonor.bitacoras.com".

-La primera foto de la infanta Leonor la llevaba la Reina en su cámara digital. Feliz y orgullosa, doña Sofía enseñaba siempre que tenía oportunidad la instantánea de su séptima nieta. Una de las personas que vio el rostro de la pequeña en la cámara fue la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre: "Me la enseñó la Reina y hay que decir que era una monada". El resto de los españoles tuvo que esperar toda una semana para conocerla.

-Doña Letizia y la infanta Leonor se vistieron de beige para una foto histórica, con motivo de la pesentación de la pequeña tras su nacimiento. La Princesa de Asturias se preparó muy especialmente para la que sería la primera imagen en familia a su salida de la clínica Ruber. A la hora de elegir colores y diseños, tuvo muy en cuenta el hecho de que las fotografías realizadas durante su comparecencia dispondrían, sin duda, de un hueco muy visible en la historia de España. Quiso por ello vestir a tono con la ropita de la "primera puesta" (en público) de la Infanta. Para la niña eligió un conjunto de recién nacido en blanco roto, de la tienda de Apolonia Camps de Palma de Mallorca (una de las preferidas de la reina Sofía). Un regalo de la alcaldesa mallorquina, Catalina Cirer, durante el viaje oficial de cinco días que realizaron los Príncipes a las Islas Baleares, nada más hacerse público el embarazo de doña Letizia. La Princesa optó para su vestimenta por un dos piezas otoñal -un vestido y un abrigo de espiguilla rematado en un blanco roto más claro-, que Felipe Varela, uno de sus modistas preferidos, diseñó especialmente para la ocasión. El diseñador, con alguna sugerencia de la Princesa, se dedicó en cuerpo y alma a pensar cuál sería el conjunto ideal y en qué color debería realizarse. Doña Letizia hizo una doble apuesta por el beige.