Un aplauso histórico para Mary de Dinamarca

Por primera vez un miembro de la Familia Real danesa participaba en la entrega de Premios Rainbow que distingue a las personas, las organizaciones y las empresas que ayudan a crear mejores condiciones de vida para el colectivo LGBT

Por Martín Álvarez C.

Mary de Dinamarca ha subido el tono de sus compromisos. La agenda oficial de la Princesa, llena de las causas blancas de siempre, se entonó anoche con el arcoíris con motivo de la décima edición de la entrega de los Premios Rainbow, que distinguen a las personas, a las organizaciones y a las compañías que ayudan a crear mejores condiciones de vida para el colectivo LGBT. Por primera vez un miembro de la Familia Real danesa participaba en la gran fiesta del Circus Building en Copenhague, y su presencia fue recibida con enorme entusiasmo por sus numerosos asistentes.

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Un histórico aplauso daba la bienvenida a la Princesa al escenario. Mary de Dinamarca no salió hasta el final de la noche para otorgar el galardón más representativo, el Premio Honorario, que este año ha recaído en la Asociación Nacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales, pero las ganas de ver a Su Alteza Real apoyando su movimiento no habían decaído y tuvo que esperar a que se calmaran los ánimos o, lo que es lo mismo, a que concluyera el medio minuto largo de aplausos para proseguir con lo que había venido a hacer. 

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La Princesa, que al principio de la velada había saludado a todo el mundo con cariño, desde la niña del ramo a los organizadores de la entrega de premios, puso todo el empeño en la causa y, conocedora de la importancia de los detalles, no descuidó ni el más nimio. Y eso incluía un guiño en su atuendo de aquella noche a sus nuevos aliados: vistió con debido respeto por dentro, elegante y sobria de negro, y con la notoriedad requerida por fuera, impactante y optimista con una blazer larga a todo color. Con un arcoíris de derechos.

La realeza no pretende una monarquía excluyente y Mary de Dinamarca no ha sido la única que ha dado amparo al colectivo LGBT. Los primeros compromisos como soberanos de nuestros Reyes de España comenzaron a cumplir sin dilación lo anticipado en su discurso de proclamación poniendo de relieve, en especial, esa España unida en la que “cabemos todos”. Y es que, después de apoyar a las víctimas del terrorismo en su primer acto oficial, su agenda se teñía con el arcoíris.

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