Isabella Henrietta Ingrid Margrethe, hija de los futuros Reyes de Dinamarca, recibió las aguas bautismales en una histórica pila que ha sido empleada para los bautizos de todos los bebés reales daneses desde finales del siglo XVII. La pieza, realizada por los orfebres Gödert Bodstede y Christian Mundt II, en Hamburgo, alrededor de 1660, es de plata con incrustaciones en plata dorada y está decorada con diversos motivos religiosos: el fondo con un relieve del Bautizo de Jesús en el río Jordán por San Juan Bautista y la superficie con las representaciones de Dios Padre y la paloma del Espíritu Santo.
Como es tradición, junto a esta joya de la Corona danesa, volvió a utilizarse también su juego de cristianar, que incluye un cuenco bautismal, un jarro de agua y dos candelabros, todos de oro. No obstante, a diferencia de la pila, el conjunto, que fue elaborado probablemente alrededor de 1650 por el orfebre de Hamburgo Hinrich Lambrecht II, carece de ornamentación de naturaleza religiosa. La decoración del cuenco, por ejemplo, muestra escenas de las cuatro estaciones. Por este motivo, se considera que el juego sirvió originariamente simplemente como adorno.
Una pila grabada con las fechas de los bautizos reales La pila y el juego bautismales fueron utilizados por primera vez en 1671, con ocasión del bautizo del príncipe Federico -más tarde Federico IV-, el primer Heredero que recibió el sacramento bautismal tras la instauración de la monarquía absoluta en 1660. En este nuevo periodo llegó a ser indispensable enfatizar que los bebés bautizados en la Real Pila Bautismal estaban incluidos en la línea de sucesión al trono, de manera que el nombre y la fecha del bautizo del niño fueron grabados en el fondo del cuenco. Tantas como 22 ceremonias bautismales fueron anotadas entre 1671 y 1749. Después, al agotarse el espacio, se añadió una placa de oro al fondo del cuenco donde figuran 7 bautizos más entre 1750 y 1795. Al parecer, entonces la tradición se suspendió.
La pila se trasladaba en una caja La pila bautismal fue guardada en el castillo de Copenhague hasta 1720, fecha en la que fue trasladada al castillo de Rosenborg. El juego de cristianar, en cambio, siempre ha permanecido en este último, en la Antigua Sala de Joyas, que sirvió de Tesorería durante el periodo del Absolutismo, junto con la Corona de los reyes absolutistas y otras Joyas de la Casa Real. Hoy, la pila bautismal se encuentra en el Salón de los Caballeros del castillo de Rosenborg, a la derecha del trono, mientras que el juego de cristianar está expuesto en la Tesorería subterránea.
Las ceremonias de bautizos reales no están vinculadas en Dinamarca con ninguna iglesia en particular -los príncipes Nicolás y Felix, por ejemplo, fueron bautizados igual que hoy, 1 de julio, la pequeña princesa, en la capilla del palacio Fredensborg (1999) y la iglesia Mogeltonder (2002) respectivamente; pero el primogénito de los Príncipes herederos recibió el sacramento en la capilla del palacio Christiansborg, el 21 de enero de 2006-, por lo que siempre ha sido necesario transportar la pila a diferentes iglesias.
Para facilitar la tarea, se confeccionó simultáneamente a ésta una caja de madera y cuero, con su misma forma y tamaño, para trasladarla de un templo a otro. Sin embargo, el uso y el paso del tiempo deterioraron el antiguo estuche, que tuvo que ser reparado en 1748, y ya no se utiliza. Dicha caja permanece también en el castillo de Rosenborg, aunque no se expone con carácter permanente. miembros pertenecientes a la Corona la necesidad de subrayar su condición de Heredero.
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