El Príncipe Federico celebró su 39º cumpleaños con la princesa Mary y sus dos hijos en el yate real

Al almuerzo, que se celebró el mismo día en el que se cumplían 75 años de la botadura del barco, asistió, también, la Reina Margarita y el príncipe Enrique

Por hola.com

El príncipe heredero de Dinamarca y su esposa, la princesa Mary, embarcaron una vez más en el Dannebrog, el barco con el que recorrerían los puertos de las ciudades más importantes de su país, meses después de haber contraído matrimonio,para festejar en familia dos cumpleaños.
El primero, el de Federico, que celebró la llegada de los 39 años el pasado 26 de mayo (nació en 1968) haciendo uso de sus grados militares como oficial de la Marina danesa; el segundo, el del propio yate real que cumplió su 75º aniversario sirviendo de base para el almuerzo que la Familia organizó a bordo.
Federico, vestido con su traje de la Armada, y llevando a su hijo Christian entre los brazos,recibió a sus padres, la reina Margarita y el Príncipe Enrique, en el puerto de Langelinie (Copenhague) y se mostró feliz ante las cámaras.

Al futuro rey de Dinamarca, le acompañaba su esposa Mary, que sigue de baja por maternidad y llevaba un abrigo de color blanco; el príncipe Christian - al que vistieron con una gabardina a su medida diseñada "contra salpicaduras"-, y su hija recién nacida -la princesa que recibirá sus nombres el mismo día de su bautizo el próximo día 1 de julio.
Aunque como en todas sus últimas apariciones, Christian se mostró como un niño inmensamente curioso regalando a los fotógrafos la posibilidad de hacerle imágenes muy emotivas; los periodistas no pudieron ver, sin embargo, la cara de la pequeña princesa que viajaba cómodamente en una canastilla cerrada y muy apropiada para su primera aventura en el mar.
No faltó tampoco a la cita el perro de los Príncipes herederos: Ziggy . Un Border Collie que no se separa del pequeño Christian y acompaña a la familia en todos sus desplazamientos.
El Dannebrog, que lleva el nombre de la bandera oficial de Dinamarca -al parecer, la más antigua del mundo- fue construido en 1932 y botado ese mismo año por la reina Alejandrina, la esposa del Rey Christian X.
El barco, que ha estado presente en la vida de la Familia Real durante tres generaciones y fue, además de una importante y feliz referencia para todoes ellosen los momentos de paz, pasará a la historia, además, por haber acogido a los heridos de la II Guerra mundial cuando fue transformado por un tiempo en hospital.
Aunque toda la familia siente un inmenso cariño por esta enorme nave tripulada por cien hombres -la reina Margarita lo usa con mucha frecuencia durante las vacaciones de estío- fue sin duda, entre todos ellos, Federico IX, el abuelo del futuro Rey, el miembro de la Familia real que más horas pasó en esta embarcación. En esta nave llegó a la ciudad de Estocolmo para contraer matrimonio con la princesa Ingrid y, en este yate, el Soberano que fue conocido, además de cómo gran marinero, como el Rey músico, disfrutó, según su propio testimonio, de algunos de los momentos más felices de su vida.